Se fue Robert Lewandowski y el Gigante de Baviera demostró no extrañarlo para nada. El último campeón de la Bundesliga derrotó al ganador de la DFB Pokal con un contundente 5 a 3 para quedarse así con un nuevo título de la Supercopa de Alemania.

Borussia Dortmund se alzó con el trofeo en 2019 y, a partir de la siguiente edición, siempre quedó en manos de un Bayern Múnich que por tercera vez al hilo dio la vuelta olímpica en esta clase de partidos. El Leipzig tuvo sus momentos aunque se vio superado por completo ante los de Julian Nagelsmann.

La visita abrió la cuenta antes del cuarto de hora porque el dueño de casa no supo como despejar el peligro en un tiro de esquina. Después de rifar la pelota en un par de ocasiones, apareció Jamal Musiala que a pesar de sus 19 años no tuvo miedo, tampoco titubeó, encontró el hueco y definió con un derechazo cruzado.

RB Leipzig empató al rato pero el tanto del francés, Christopher Nkunku, quedó anulado por offside. Quien sí acertó y estiró fue Bayern Múnich, a la media hora, gracias a un perfecto pase de Musiala al vacío. Serge Gnabry leyó todo de manera correcta y descargó desde la izquierda para que Sadio Mane empuje frente al arco.

El 2 a 0 quedaba corto en un verdadero partidazo y los de Nagelsmann estiraron la brecha antes del descanso gracias a un córner de pizarrón. Musiala hizo de las suyas por banda zurda, lanzó un buscapié, y encontró a Benjamin Pavard que frente al arco del húngaro, no perdonó a Peter Gulacsi.

Lo que parecía liquidado tuvo un sinfín de emociones en la complementaria. RB Leipzig tuvo el descuento y el travesaño se lo negó. Rápidamente, los de Domenico Tedesco consiguieron la revancha y Marcel Halstenberg de cabeza conectó un maravillos tiro de esquina para asustar a medias al Bayern Múnich.

El Gigante de Baviera, a los 20 minutos de la segunda parte, empezó a bajarle la persiana a la final porque Gulacsi le tapó el contragolpe a Thomas Muller pero, en el rebote, Gnabry no perdonó. Después del 4 a 1 llegaron dos tantos más que le anularon al campeón de la Bundesliga.

Parecía que estaba completamente liquidado el asunto hasta que Nkunku descontó de penal y, llegando al tiempo cumplido, Daniel Olmo achicó la brecha a una sola diana. Los miedos empezaron a jugar en el conjunto de Nagelsmann que se vio acorralado por los Toros Rojos.

RB Leipzig mostró rebeldía, pasión, aunque el reloj le terminó pasando factura. Mane, con un golazo, en el séptimo minuto de adición, liquidó el asunto. Y así Bayern Múnich festejó con un inolvidable 5 a 3 para gritar por tercera vez consecutiva la palabra campeón en la Supercopa de Alemania.