«De donde vengo no existe
El viejo atardecer con los retazos azules
Reflejados en el cielo. Solo un Río
Apenas se inmuta
En las piedras de sus orillas.
Ellas recorren inmensos caminos
Regando a su paso
Las exuberantes cañas de azúcar.
Anhelo conocer el mar
Y sus bellas olas
Frente al andar de las personas
Que vienen a disfrutarlo.
Para mi,
Joven y llena de sueños,
Me desborda el alma
Tanta hermosura.
Entre los retazos azules de la tarde
Veo desaparecer los reflejos del sol
Más allá del mar»

En próximas ediciones estaremos compartiendo más de sus poemas.