POR LUIS VENTURA
Entre gatos y medianoches, Mirtha Legrand fue sacada de una internación de 12 días en el sanatorio porteño Mater Dei, en una madrugada de esta semana. Una especie de operativo cerrojo para tratar de eludir el asedio periodístico que quería tener la imagen exclusiva de “Chiquita” dada de alta después de haber pasado por el quirófano para que le colocaran 2 “stents” que faciliten de ahora en más su sistema circulatorio.
Lo que primero desmentían, con el correr de las horas fueron confirmando las versiones que envolvían lo que pasaba con esta mujer de 94 años de edad, llegando a los 95, y ostentando el récord mundial de tener el programa más longevo del planeta con más de medio siglo de vida.
Los primeros rumores petardistas hablaban del fallecimiento de la estrella, como había ocurrido muchas veces antes a propósito de la grieta política en la Argentina, pero a medida que pasaron las horas las versiones se convirtieron en malestares de salud, en un cuadro complejo de salud que se desmentía desde la interna familiar, que finalmente terminó asumiendo la internación primero de la diva, y luego la colocación de 2 endoprótesis vasculares, más conocidos como “stents”, que hablaban de un cuadro médico más complicado.
Este paso considerado quirúrgico, con comunicados sanatoriales suavizados y abuenados, se prolongaron en el tiempo. Una colocación de estos extensores arteriales exigen un postoperatorio de 48 horas si sale bien, pero Mirtha estuvo 12 días internada, lo que demuestra que no era moco de pavo.
La edad y la situación ameritaba cuidados superlativos para una figura híperpopular como ella, “La Reina Madre”, como la supo bautizar cuando era su suegra Chiche Gelblung. Cualquier paso en falso podía ser irreversible y todos lo sabían.
Tras algunos intentos frustrados de tener primeros planos gráficos de “Chiquita” dada de alta, en fotos y tomas de larga distancia se ve a una mujer muy delgada, con la pérdida de algunos kilos y muy tapada con abrigos, chales y una boina beige que eludieron los detalles de la última foto de la estrella.
Ya en su casa de avenida Del Libertador queda claro que Mirtha Legrand está lejos de volver a la pantalla, más allá que su programa conducido en lo que va este 2021 por su nieta Juanita Viale, y aunque el público rioplatense sigue encendiendo velas para que la diva vuelva a su silla televisiva y a su trono de gran reina de las comidas con “mesazas” de rutilantes invitadas que dejen atrás las actuales de “mesitas” de ocasión. Nos encontramos pronto, chau…