Las costas del Océano Atlántico Sur son parte de su ruta migratoria. Durante el verano se alimentan de toneladas de krill en zonas cercanas a la Antártida para luego comenzar su migración hacia Península Valdés (Argentina), Maldonado y Rocha (Uruguay), hasta llegar a Imbituba, Ferrugem, (Santa Catalina, Brasil), donde se reproducirán y darán a luz a sus ballenatos.
Desde los primeros días de frio, la ballena Franca, la ballena comienza su migración en busca de aguas más cálidas. En su recorrido al Norte, las costas de Maldonado tienen el privilegio de poder avistarlas. Si bien el momento de más tránsito de este animal es durante el invierno austral, principalmente en julio, se las pueden ver aun en el mes de noviembre,
Maldonado y Rocha son los principales puntos del océano Atlántico donde la ballena Franca nos visita en busca de aguas tranquilas y templadas para reproducirse, amamantar y cuidar a los ballenatos.
Se pueden ver desde la costa, sin la necesidad de embarcarse, aunque para ello es sumamente recomendable el uso de binoculares; pero la experiencia de verla desde un bote o una pequeña embarcación es inolvidable. Por lo que vale la pena sufrir el frio unas horas, fondearse y demás para vivir ese espectáculo de la naturaleza. El momento ideal para el avistamiento es a primera hora de la mañana y la última hora de la tarde.
Tanto en Punta del Este como en Piriápolis, se pueden contratar dichos servicios que los acercaran, manteniendo distancia prudente con los cetáceos.
Vale la pena aclarar que para dicha actividad es importante la paciencia. Lo que es un buen momento para relajar y bajar un cambio en estos tiempos.
¿Cómo saber si lo que estamos observando es una ballena?
La ballena franca austral tiene dos características exclusivas:
- El modo de exhalación del aire en forma de “V” que puede alcanzar los 4 metros de altura.
- La presencia de callosidades sobre su cuerpo.
Foto: Turismo de Rocha