Las pasiones se llevan en la sangre, desde la cuna y me atrevo decir que hasta el cajón. Podemos luchar contra miles de cosas, contra el tiempo, contra ansiedad, la depresión, en fin, contra lo que nos propongamos en realidad. Pero para mí hay algo contra lo que no se puede: el ADN. Siempre trato de arrancar por casa cuando de ejemplos se trata, y es por eso que no hay momento que no me hagan recordar cuando de chica, con unos 3 años me preguntaban ¿Cómo te llamas? Y yo respondía “Ostolaza”. Hasta el día de hoy, cuando voy caminando por la calle y me pegan el grito desde un auto ¡Ostolazaaaa!, automáticamente sé que es el tío Julio que se quedó con ese recuerdo y me lo saca a flote cada vez que puede. A lo que voy con esto es a mi enfermedad por el fútbol y a que hoy en día mirarme un partido, sea un bálsamo para mí. Otra vez citando al viejo, que fue el culpable de esta hermosa locura.
Nuestro entrevistado de hoy también trae la pasión en las venas, las 4 ruedas, la adrenalina y esas ganas de atreverse a hacer lo que se proponga, ya que no hay deporte que no haya probado. Según fuentes oficiales (Nani, su hermana mayor) Pablito Rezk se paraba en el corral en puntitas de pie en plena madrugada, para poder ver la fórmula uno. Y acá se me viene el tradicional dicho “hijo de tigre”, ya que mirase para donde fuese, Pablito siempre iba a encontrar mamelucos, llaves de cruz, o autos de Rally. A parte de una familia que siempre lo contuvo y estuvo ahí, al pie del cañón apoyándolo en cada paso que daba, o en cada cambio que metía.
El 16 de julio vuelven a rugir los motores del Rally en Uruguay y será en la ciudad de Minas, departamento de Lavalleja. Que mejor manera de palpitarlo que con una entrevista a un piloto del Olimar, que aparte de tener ganas de correr, lleva un sello familiar en la espalda que lo hace ensancharse cada vez más, no por “agrande”, sino pro humildad, respeto y dedicación. Hoy nos subimos al auto de Pablo Rezk junior.

– ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el Rally?
“El automovilismo siempre ha estado en la sangre de mi familia, mi padre ha corrido toda su vida y yo lo he seguido muy de cerca. Eso llevó a que a mí también me guste mucho desde chico, lo he acompañado en todas las carreras. En el 2010 arranqué a correr en cuatriciclo,un deporte bastante peligroso y mi padre, sin gustarle mucho que yo lo practique por la peligrosidad, siempreahí acompañándome, cosa que fue mutua. Yo siempre lo acompañé, fui un gran aficionado. Cuando le comenté que quería correr en auto él accedió muy contento, porque es más seguro y sin dudas que queríaque su hijo siguiera sus pasos. En 2019 arranqué como piloto corriendo en un Volkswagen Gol, en la categoría RC 1600 que es una categoría que tiene el Rally, corriendo ahí hasta faltando dos fechas para terminar el campeonato en ese auto. Tuve buenos resultados para ser mi primer año y luego me cambié, porque pude vender el auto y hacerme de otro para la categoría siguiente”.
– ¿Cómo recordás que fue tu debut?
“Mi primera carrera no me la voy a olvidar más. Fue muy importante para mí y la disfruté muchísimo, pese a que estaba muy nervioso porque era todo nuevo. Pasé de ser espectador a estar adentro del auto y tomar decisiones que no estaba acostumbrado, desde escribir la hoja de ruta con el copiloto hasta subir a la rampa la noche anterior para la largada simbólica. Tremendos nervios y además al otro día el miedo de equivocarme, largar en hora, no olvidarme de nada, en fin, eran muchos nervios, muchas sensaciones diferentes que las disfruté mucho. Arranqué de menos a más porque terminé segundo, fue toda una incógnita para mí porque yo solo quería llegar al final del tramo y ver los tiempos para ver cómo estaba con respecto al resto de los pilotos. La verdad que quedé contento porque no desentoné y feliz por el resultado, poder largar y llegar con el auto sano. Nunca me voy a olvidar esa carrera”.
– Es un deporte de alto riesgo ¿Sentiste miedo alguna vez?
“Sin dudas que es un deporte de riesgo, el peligro siempre está latente, pero hoy los autos son muy seguros, es muy difícil que pase algo. No sé si llamarle miedo, pero un piloto a veces se pone nervioso quizá cuando antes de que el reloj se ponga a cero y te toque largar un tramo te pones nervioso de que no le pase nada al auto, de que funcione a la perfección, que el copiloto no se equivoque o de uno hacer las cosas bien.Pero cuando largas te olvidás de todo y tratás de disfrutarlo. Obviamente hay veces que cuando perdés el control del auto sentís un poco de miedo porque uno trata de ir lo más rápido posible y las probabilidades de que te despistes o pase algo son grandes. Hay veces que crees que está controlado todo y no es así, quizás cuando entras más rápido de lo que debes sentís ese miedo. Por suerte son pocos los momentos con esa sensación y son muchos más los que se disfruta”.
– ¿Cuál fue tu mejor carrera?
“He disfrutado casi todas porque me ha tocado correr en lugares muy lindos. Mi debut me gustó y mi segunda carrera también. Correr en Treinta y Tres también fue lindo, junto a toda la gente que fue a mirar. Pero si tengo que elegir elijo la carrera que gané en San José, porque corrí con mi padre y la sensación de subir al podio con tu padre es increíble”.
– ¿Querés dedicarte a esto?
“Hoy el Rally lo hacemos por personas que dan una mano para que corra y por un sacrificio enorme que hace mi padre. Me encantaría poder dedicarme 100%, pero acá es muy difícil porque es un deporte costoso y no hay publicidades que quieran invertir dinero en pilotos. Eso le permitiría a uno dedicarse, como quien se dedica al fútbol o básquetbol y vivir de eso. Uno hace esto con gente que te da una mano y llegás a la carrera con lo justo. Sería un sueño poder hacerlo en un futuro y dedicarme de lleno”.
– ¿Cómo ves la presencia femenina en un deporte históricamente masculino?
“Yo estoy de acuerdo con que se sumen las mujeres al automovilismo y a cualquier deporte, en todo lo que sea relacionado con la vida. Me parece que no debería haber diferencias entre hombres y mujeres, de echo en el Rally hay corriendo varias mujeres de copiloto. Creo que tendría que ser normal. Apoyo a que se sumen muchas más mujeres”.
– ¿Cómo te estas preparando para el comienzo del Campeonato?
“Por suerte arranca ahora, se ha hecho esperar, tengo muchas ganas de que empiece. Algunos fines de semana atrás ya probamos el auto, este año voy con copiloto nuevo, ya entrenamos juntos y nos entendemos bien. El auto está pronto, y tenemos muchas ganas de que arranque y obtener buenos resultados, pero sobre todo divertirnos”.
– ¿Con que sueña Pablito Rezk?
“Dentro del automovilismo me gustaría ganar alguna carrera y llegar al final del campeonato teniendo chance de salir campeón. Y a futuro me alcanzaría con tener la posibilidad de seguir haciendo lo que me gusta y de practicar deportes, que es muy bueno para la salud mental y física. Haciendo eso por muchos años más me sentiría cumplido”.

Así nos tapaba de tierra Pablito, quien con su mansedumbre y su voz amena me hizo entender que la pasión no consiste solo en colgarse hecho un demente de un alambrado, sino que va más allá. Es algo que se lleva dentro, y créanme que nunca me había pasado de sentir la pasión de alguien, en tanta calma y paz. El pibe lo lleva dentro, y por primera vez su tono constante y tranquilo me lo hizo saber. Otro aprendizaje para mí, que pienso que llevar dentro el deporte es gritar, deliberar y parece que gana el que se cuelga más alto del tejido. Gracias Pablito, claro ejemplo de canalizar los sentimientos donde se debe ¡Hasta la próxima curva!