Culminó la fase clasificatoria de la Copa Nacional de Clubes que dejó sentimientos encontrados en nuestra ciudad. Por un lado, queda el sabor amargo de Treinta y Tres, equipo que dejó la vida en cada partido, que luchó cada pelota como si fuese la última y sin dudas era merecedor de esa clasificación, cayendo 1 a 0 ante Las Delicias. Pero el fútbol es así, están los tragos amargos, pero también sabemos que la revancha se encuentra a la vuelta de la esquina, quizá ahora no se consiga ver eso, pero más adelante, con más claridad, sin dudatanto el cuerpo técnico como jugadores, podrán sacar lo positivo.
Quizá muchos piensen que escribir desde mi lugar es fácil, pero créanme que como Olimareña, hincha del fútbol y veedora del esfuerzo que hace cada persona dentro y fuera del equipo, duele. Así como muchos, mi ilusión era ver a los dos cuadros del pueblo clasificados, pero me toca destacar lo positivo de un conjunto que lo dio todo como Treinta y Tres Fútbol Club y por el otro lado, mostrarle a un país la garra de Huracán, ya que no cualquiera clasifica dos veces como quien dice, ganado 3 a 2 ante Barrio Coya de José Pedro Varela.

Por eso, por respeto, elijo ser diferente, y en esta ocasión no quise escribirle mensaje ni a Maguna ni a ninguno de los gurises de Treinta y Tres para pedirle una nota o algunas palabras. Sé que necesitan unos días para acomodar el cuerpo para volver a enfocarse en lo local, y mi labor como periodista, no es meter el dedito en la herida y revolverlo, sino decirle “vamo arriba, esto no termina acá”. Y para culminar esta primera parte del informe, me quedo con la charla con un amigo, referente de Huracán, quien me decía que cuando le preguntaban quien quería que clasifique, su respuesta era Treinta y Tres y Huracán. Cuando logremos entender la rivalidad desde otro punto de vista, ahí vamos a comenzar a caminar mejor como sociedad y como pueblo, por eso me quedo con la última frase que me dijo éste amigo antes de cerrar la amena charla: “Si Huracán y Treinta y Tres no hacen las cosas juntos, de la mano, el fútbol se termina”.
Siguiendo con lo futbolístico, conversamos con el técnico de Las Delicias, Miguel Cortés que así analizaba la victoria y clasificación: “Es una satisfacción muy grande por el esfuerzo, por como entrenamos, practicando todos los días, con los gurises con frio, calor o lluvia”. También el entrenador reconoce que no iban bien en la Copa, afirmando que los cuadros que habían jugado contra ellos, tampoco habían sido superiores: “El fútbol no tiene lógica, se nos dio poder reclamar los tres puntos contra Huracán y justo ganarle a Treinta y Tres que era uno de los partidos más importantes, ya que si no ganábamos quedábamos fuera”. Festejando y disfrutando termina el fin de semana el equipo de Las Delicias, siendo conscientes que tienen que tener la cabeza centrada también en el Campeonato Minuano, por el cual jugaran el día martes, nada más y nada menos que el clásico.

Por el otro lado tenemos al Globo, que cada vez se infla más y tiene hambre de gloria, de dejar parado al Olimar en lo más alto, demostrando que los partidos no se juegan en los escritorios, sino que en la cancha. En un contundente encuentro, donde los muchachos dejaron el alma, ganaron 3 a 2 con goles de Nehemias Andrade, Gonzalo Machado y Diego Sosa. Simón Mier, quién acompañó sus dirigidos desde la tribuna, nos expresaba lo siguiente: “Estoy recién bajando los decibeles porque fue un partido muy emotivo y parejo. Ellos nos hicieron un planteo muy ofensivo, sorprendiéndonos con goles al comienzo de ambos tiempos, trastocándonos un poco los planes y poniéndonos muy ansiosos”. También reconoce que la pérdida de puntos fue un golpe anímico importante, pero se pudieron sobreponer y eso es de gran valor para el joven DT.
A esperar lo que viene, triando juntos para el mismo lado, sabiendo que cuando nos unimos, las cosas salen mejor ¡Viva el fútbol!