Este jueves la Cámara de diputados rechazó la propuesta del partido conservador Hermanos de Italia (FdI, por sus siglas en italiano) de abolir el uso del pase sanitario al término del estado de emergencia.
Según el decreto actualmente vigente, que fue aprobado el cinco de enero, el estado de emergencia regirá en todo el territorio italiano hasta el 31 de marzo y el uso del pase sanitario es necesario para acceder a todo tipo de actividades, comercios, oficinas públicas, bancos e incluso para trabajar en todos los ámbitos.
El Parlamento, sin embargo, pese a la propuesta del partido de Giorgia Meloni, negó la posibilidad de abandonar el uso del green pass a partir del primero de abril, por lo que, aunque el estado de emergencia llegue a su fin, el uso del pasaporte verde seguirá su camino.
Todos los partidos de la mayoría que apoyan al gobierno del primer ministro Mario Draghi votaron contra la propuesta de FdI. Lo que más sorprendió a Meloni fue el rechazo del partido de Matteo Salvini, la Liga Norte, que conforma, junto a FdI, uno de los tres partidos de la coalición de centro- derecha. A propósito, Meloni escribió en sus redes sociales: “es increíble que mientras los demás partidos se declaran contrarios, a la prueba de los hechos se comportan exactamente en manera opuesta, dejándonos solos a luchar contra esta medida insensata que daña nuestra economía e inutil para combatir la pandemia”. Sus palabras fueron dirigidas directamente a Salvini que en las redes sociales ha dado señales contradictorias.
No obstante la negativa a quitar el uso del pase sanitario, que Meloni definió como “insensata”, que daña la economía y que “es inútil para combatir la pandemia”, el parlamento italiano aprobó el aumento de capacidad de los estadios y el consumo de comidas y bebidas en los cines y los teatros a partir del 10 de marzo.