Tuvo que pasar el tiempo y mucha agua abajo del puente. Pero lo que nunca se deja de lado en el fútbol es la perseverancia.

Soy una convencida de que el esfuerzo tiene recompensa, en el fútbol y en la vida. Por eso quiero resaltar el esfuerzo de Di María, que la vida lo golpeó de mil maneras. No solo cuando no se daban los resultados, sino pasando momentos difíciles con su familia.

También recalco la constancia de Messi, ya que no es fácil tener los ojos del mundo entero encima. Esperando solamente que gane algo, sin saber si el tipo está bien, mal o más o menos anímicamente. Lo que esperaban era la copa. Repito mi trillada frase, ellos no son robots, tienen una familia y sienten.

El último torneo que ganó el equipo Argentino fue la Copa América en Ecuador de 1993, y desde entonces, comenzó la sequía. Sequía que hoy se corta y como hermanos, festejamos con ustedes ¡Felicitaciones Argentina!