
El pasado lunes Nelson Adrián Peña Robaina presentó su renuncia como Ministro de Ambiente, siendo así el cuarto ministro del Partido Colorado en renunciar en los 3 años que van del gobierno de coalición.
Tal circunstancia se produce debido a la filtración a la prensa de información resguardada por el sector Ciudadanos, desde donde se ocultó durante años la falta del título que decía poseer el exministro Adrián Peña.
Hagamos un breve repaso de la situación.
En el año 2015 Adrián Peña asume como Representante Nacional por Canelones por la lista 10, figurando en los documentos parlamentarios como licenciado.
En el año 2016 sucedió el escándalo por el falso título del exvicepresidente Sendic, en tal contexto Peña se mostró muy crítico burlándose del otro exjerarca sin título.
En el año 2017 asume como Secretario General del Partido Colorado, aún figurando como licenciado.
En el año 2019 impulsa su candidatura como Senador de la República por el lema Partido Colorado, siendo electo para representar tal función, todavía figurando como licenciado.
El 27 de agosto del año 2020 asume como primer ministro de Ambiente de la historia de nuestro país.
Desempeñando su cargo como Ministro de Ambiente firmó diversos documentos ostentando su licenciatura en administración de empresas, entre ellos podemos destacar el CONVENIO PARA LA COOPERACIÓN EN MATERIA DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE ENTRE EL MINISTERIO DE AMBIENTE DE LA REPÚBLICA ORIENTAL DELL URUGUAY Y EL MINISTERIO DE AMBIENTE Y ENERGÍA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA, un acuerdo de cooperación internacional firmado el 28 de enero del año 2022.
Otra acta que puede chequear cualquier ciudadano con una simple búsqueda en google es el acta del Ministerio de Ambiente del primero de junio de 2021, donde se menciona al “Señor Ministro Licenciado Adrián Peña”, expediente 2021/14000/003707.
Gracias a una nota del Semanario Búsqueda el jueves pasado la ciudadanía empezó a cuestionarse la veracidad del título que decía poseer Adrián Peña, quien en declaraciones a la prensa primero dijo haber terminado sus estudios defendiendo su tesis en marzo de 2022, posteriormente se supo que rindió examen en septiembre. Para defenderse el exministro mostró su escolaridad y posteriormente, nuevamente descubriéndose su mentira, se supo que aún le faltaba un curso para poder completar la carrera.
En la jornada del martes Peña presentó su descargo ante la Comisión de Ética del Partido Colorado, a la espera aún de saberse si ocupará su banca como Senador posterior a su renuncia como ministro, en caso de volver a ocupar su banca como representante pasaría a cobrar más de $309.500 más las partidas para pago de secretarios que suman más de medio millón de pesos nominales, casi el doble de lo que cobraba siendo Ministro de Ambiente.
Ahora cabe preguntarse. ¿Por qué se ha normalizado la mentira descarada como forma de hacer política en nuestro país? Se puede ser diputado, senador o ministro sin la necesidad de ostentar un título, Adrián Peña lo único que hizo fue mentir por mentir, incumpliendo el artículo 167 del Código Penal “Usurpación de Títulos”.
¿Tan poco importa la ética en la política? El presidente no solicitó la renuncia de Peña y los altos cargos de su partido, tales como Julio María Sanguinetti, LO DEFIENDEN.
Incluso el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, dijo el viernes pasado que no considera que el caso de Peña “sea un tema para renunciar” ya que cree que “son de los errores admisibles”. ¿Es admisible mentir durante al menos 7 años a todo el pueblo uruguayo? Siendo eso lo que logramos descubrir, porque desde 2006 que Adrián Peña está por presentar su tesis.
Ya ha nadie sorprende que nuestros supuestos representantes mientan con sus títulos, porque antes de Peña hubo otros casos, Raúl Sendic, Graciela Villar, Daniel Olesker, Leonardo de León, entre muchos otros de una larga lista de políticos mentirosos. Como ciudadanos no podemos seguir aceptando estas cosas.
Adrián peña pudo haber sido honesto desde el principio, si le exigen o no un título para desempeñar las funciones que desempeñó es decisión de sus votantes y del presidente, no hay razón alguna para que haya mentido. ¿Cómo sabemos que no usó su currículum como falso licenciado también en el ámbito privado? Lo amparan documentos del Estado en que figura como licenciado. Una persona que miente tan descaradamente durante tantos años no es digna de ninguna confianza.
Empecemos a exigirle más a los políticos, hay muchos y muy mentirosos, de izquierda y derecha, cobran sueldos descomunales mientras el pueblo sufre las consecuencias de su negligencia.
Espero que el caso de Adrián Peña nos sirva como baldazo de agua fría, entendamos que hay que estar constantemente atentos a lo que hacen los políticos, vigilándolos todo el tiempo, porque para ellos es muy fácil mentirnos, los fraudes no son aislados, son sistemáticos.






