Desde que se instaló la pandemia a nivel mundial, la gran mayoría de las industrias sufrieron alguna crisis, una merma en sus crecimientos económicos, en muchos casos, grandes compañías, han estado al borde de la quiebra en el mejor de los casos, cuando muchas otras tuvieron que bajar sus persianas.
Sin embargo, hay una industria que muy poco se habla de ella; y en cambio está presente en nuestra rutina diario y no ha parado de crecer desde hace 2 décadas de manera constante.
La industria del café. En el año 2020, primer año con COVID-19 instalado y sin vacunas, esta industria ha movido más de U$S450 mil millones.
Quizá esto no sea ninguna novedad, lo curioso es que un país como Suiza, que no cuenta con plantaciones de café, exporte más que la propia Colombia.
El cultivo del café es muy delicado y no crece en cualquier suelo aunque se usen los mejores fertilizantes. Necesita un cierto clima, porcentaje de humedad específico, hasta la altura sobre el nivel del mar es importante para que esta crezca bien. Es por ello que los grandes cosechadores de esta semilla son: Colombia, Brasil, Honduras, México, Etiopia, Vietnam. Latinoamérica tiene el 70% de los cultivos.
Todos países del tercer mundo, con un alto índice de pobreza. Pero si miramos el ranking de países que más exportan, aparecerían países como Suiza, Alemania e Italia. Países del primer mundo con una economía estable.
Es que desde que aparecieron cadenas de cafetería como Starbucks y las cafeteras como Nespresso a capsula, estos países vieron un gran negocio al comprar las semillas de café a estos países para luego tostarlas, procesarlas, envasarlas y venderlas al mundo con una gran publicidad mediática. El motivo es muy simple: estos países cuentan con el capital para poder adquirir la tecnología necesaria para la producción, mientras que en los países en donde se cultivan, el 80% de los cafeteros, viven por debajo del índice de pobreza.
Colombia, viendo como se le escapa este negocio, desarrollo, en los últimos años, la Federación Nacional del Café. Cada año, esta Asociación opera el 30% de la producción de Colombia. Creando la Cafetería Juan Valdez que salió a competir con Starbucks.
Con esto, el gobierno de Colombia piensa combatir la pobreza de los campesinos que trabajan en esta industria y fomentando a que otros países latinoamericanos sigan sus pasos.