El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en una conferencia de prensa este miércoles que consideraba que fuese necesario pausar las relaciones con España: “yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego al pueblo de México y al pueblo de España, hacer una pausa” porque, según sus dichos, es “una promiscuidad económica y política, una cúpula de los gobiernos de México y de España” la que se viene dando hace décadas. Sus dichos se generaron a raíz del tema que concierne a la reforma energética llevada a cabo por México y que mira a beneficiar a la electricidad nacional por sobre las inversiones extranjeras, nombrando específicamente a la empresa Iberdrola. Además redobló la apuesta y acusó a las empresas españolas de saquear a su país y dijo: “no somos tierra de conquista”. 

Las declaraciones de López Obrador generaron una avalancha de comentarios y signos de interrogación entre los diplomaticos hispanos. El gobierno español emitió un comunicado a través de la página oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores en el que “rechaza tajantemente las descalificaciones realizadas por el Presidente de México” en los últimos días contra España y las empresas españolas y recordó que no solamente son socios estratégicos, sino que además están “unidos por profundos lazos humanos, culturales, históricos, lingüísticos y económicos”.

López Obrador especificó que sus dichos no eran dirigidos al pueblo trabajador. Afirmó que el pueblo español es “un pueblo extraordinario, un pueblo bueno”, que su postura era en contra de los de “la cúpula del poder” y en la mañana de este jueves, al ser cuestionado por la prensa sobre lo dicho el día anterior, se vio obligado a aliviar las tensiones. Dijo que lo declarado fue simplemente un comentario: “¿ya no puedo hacer ningún comentario entonces? Es una platica aquí, para que la gente tenga todos los elementos”.