El tifón más fuerte que haya azotado a Filipinas en lo que va del año ha dejado hasta el momento un saldo de más de 30 muertos y decenas de personas se encuentran desaparecidas como consecuencias de su paso devastador por el país. También ha inhabilitado las comunicaciones en algunas áreas y provocado daños en numerosos edificios.

Autoridades locales han brindado esta información y afirman que los trabajos de búsqueda serán exhaustos. Por otro lado, en la provincia de Negros Occidental, un responsable del área de gestión de desastres confirmó a la agencia de noticias AFP la muerte de 13 personas, la mayoría de ellas ahogadas. Otras 50 están desaparecidas en zonas inundadas.

Odette, como se conoció a este tifón, se convirtió en el decimoquinto en llegar a Filipinas en lo que va del año luego de haber atravesado un total de nueve islas donde también ha dejado su huella devastadora a su paso destruyendo comunicaciones y provocado daños edilicios.

Se cree que un promedio de 20 tifones azotan la nación asiática cada año. El más destructivo ha sido el supertifón Haiyan, el mayor de la historia reciente de Filipinas y que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, matando a unas 7.000 personas y dejando a 200.000 familias sin hogar.

Filipinas es uno de los países más vulnerables a la crisis climática debido a los desastres naturales. Además, se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona que acumula alrededor de 90 % de la actividad sísmica y volcánica del planeta.