Más de un millón de franceses se agendaron en un día para recibir la dosis contra el Covid-19, luego de que el presidente anunciara la obligación de la inmunización para el personal sanitario antes del 15 de septiembre, al igual que aquellos ciudadanos que quieran concurrir a cines, teatros, bares y restaurantes.
Por su parte, el ministro de Salud francés, Olivier Véran, destacó este martes esa reacción masiva durante una entrevista con el canal BFMTV en la que dijo que «un millón de personas se conectaron durante la noche a las diferentes plataformas de concertación de citas de vacunación para solicitar una».
Asimismo, agregó que “Eso significa miles de vidas salvadas”, y justificó la extensión del certificado sanitario para poder asistir a todo tipo de actividades culturales (incluido el cine y el teatro) a partir del 21 de julio y luego en agosto para muchas acciones de la vida cotidiana, como ir a centros comerciales, bares y restaurantes o viajar en tren.
Macron comunicó que el personal sanitario, los empleados de residencias y otros profesionales que trabajan con personas vulnerables deberán estar vacunados antes del 15 de septiembre para poder seguir trabajando; a partir de esa fecha habrá controles y si las personas comprendidas por la obligación no están vacunadas podrán ser suspendidas de su empleo y sueldo. Mientras que si persisten en la negativa a vacunarse, la sanción podrá llegar al despido.
Aunque no será una ley, en la práctica, la obligación de vacunarse también se extenderá a los empleados de empresas u organizaciones en las que se exija al público el certificado sanitario. Eso incluye a los que trabajan en bares, restaurantes, cines o teatros.