Ocurrió en Rivera, donde hace dos años, una vecina ya había alertado de la ausencia de la mujer

Horas atrás, efectivos policiales de ese departamento fueron informados de la presencia de un intruso en una modesta vivienda, al parecer abandonada.

De acuerdo a lo narrado por quienes daban el alerta, un desconocido había sido avistado saliendo de la casa, portando una mochila.

Este individuo resultó ser la punta de una gran madeja que permitió a los investigadores ir en reversa para dar con el origen de un episodio, que, de comprobarse, dejaría al descubierto una inacción desconcertante.

Con el llamado a las autoridades, advirtiendo sobre este sujeto, claramente ajeno a la finca, los uniformados llegaron al lugar que presentaba un claro exterior de abandono.

Si bien el acceso al predio presentaba un candado, la puerta principal se hallaba abierta. Por esa abertura ingresaron los policías, quienes procedieron a revisar el interior del inmueble.

Tras una puerta, que conducía a lo presuntamente fuera en su momento, un dormitorio, se produjo el hallazgo de restos óseos tanto humanos como de animal, por lo que, más allá de los análisis que ya fueron encomendados al Instituto Técnico Forense, todo hace presumir el peor escenario.

Iniciado el caso, los investigadores pudieron comprobar que en el año 2019, una vecina había denunciado la desaparición de la moradora de la vivienda en cuestión, a lo cual se envió funcionarios pertenecientes a la seccional correspondiente, al lugar. Una vez allí, verificando que la casa se encontraba cerrada con candado, y tras entrevistarse con algunas personas, dieron por terminadas las actuaciones.

Algunos meses después, la misma vecina volvió a informar que la mujer continuaba desaparecida, por lo que el procedimiento volvió a repetirse; la vivienda cerrada con candado y los policías informando que no podían ingresar a la misma, sin una orden judicial; la cual, según la propia fiscal, que asumió en estas horas el caso, jamás se solicitó.

La fiscal de 3er turno de Rivera, Stella Alciaturi, reveló que los últimos datos que tienen de la desaparecida, una mujer de unos 70 años, se remontan a abril del año 2019 cuando fue vista por habitantes del lugar.  A partir de entonces, y luego de varias semanas sin que se registrara ningún movimiento en la casa, es cuando se radica la primera denuncia por parte de una vecina.

Si bien será preciso aguardar los resultados de los análisis que realizan profesionales del Instituto Técnico Forense, los restos óseos hallados en el dormitorio, hace presumir un muy triste escenario.

Entre las hipótesis que se manejan se encuentra la posibilidad que la mujer falleciera en su propia habitación, cuya puerta de comunicación con el resto de la vivienda se encontraba cerrada;  razón por la cual, el animal, presuntamente un perro, quedó atrapado dentro de la misma, sin agua y sin comida, provocando que también perdiera la vida por esta razón.