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Histórica medalla de oro para Uruguay en las Macabeadas, juegos olímpicos del mundo judío - Diario El Este

Histórica medalla de oro para Uruguay en las Macabeadas, juegos olímpicos del mundo judío

Crónica de un triunfo singular para el equipo celeste en fútbol en Jerusalén: la posibilidad de emocionarse como uruguayo y judío.

De no ser por los carteles en hebreo y las banderas de Israel, podía parecer una final disputada por el seleccionado nacional de fútbol en cualquier lugar del mundo. Es que este domingo al anochecer, la tribuna con la hinchada uruguaya estaba en gran medida pintada de celeste y las canciones eran todas las típicas de aliento al equipo cuando juega Uruguay.

Era la final de fútbol open —que Uruguay ganó 3 a 2 contra Estados Unidos— en el marco de las Macabeadas, conocidas también como los juegos olímpicos del mundo judío. Se trata de un enorme evento internacional que se lleva a cabo cada cuatro años en Israel (esta última se demoró por la pandemia). En el medio están los juegos macabeos Panamericanos, que son cada dos años en algún punto de América Latina. Para 2027, serán en Uruguay. Esta Macabeada, la número 21, contó con la participación de 10.000 deportistas judíos de 62 países. Se llevó a cabo durante dos semanas y culminó este lunes.

Uruguay obtuvo pues el oro en fútbol open y en natación; seis medallas de plata en fútbol playa, fútbol +35 y en cuatro categorías de natación; y ocho bronces en fútbol +45, básquetbol 3×3 y en seis categorías de natación.

Este domingo, el equipo uruguayo en la cancha no era el de Diego Godín y Diego Alonso, sino el del DT Osvaldo Canobbio, con Mikael Lijtenstein de capitán, que participa representando a Hebraica en la Liga Universitaria uruguaya y que en las Macabeadas representó a Uruguay.

Su desempeño fue destacado desde el comienzo, ya que debió enfrentarse a contrincantes muy fuertes. Estos fueron sus resultados:

Grupo

Uruguay 3-1 Suecia

Uruguay 1-1 USA

Uruguay 4-0 Bélgica 

Cuartos de final:

Uruguay 1-1 Israel (la victoria fue 4-3 en penales)

Semifinal:

Uruguay 4-2 Francia

El equipo israelí al que Uruguay derrotó en los cuartos de final es el profesional de la sub-19 que recientemente hizo historia al clasificarse por primera vez a la final del campeonato europeo en el que terminó segundo.

La combinación de participar en un evento de tal envergadura a nivel mundial, en el que hay un común denominador de identidad con todos los participantes —también los rivales en la cancha— y al mismo tiempo representar a Uruguay, es algo que todos los consultados destacan con especial emoción.

Lijtenstein, el capitán, es clarísimo al respecto. “En Montevideo jugamos de remera amarilla, que es el color de Hebraica, y acá volvemos a resaltar a Uruguay: llevamos la remera celeste y en la arenga previa al partido, gritábamos Uruguay”. Lijtenstein lo llama “doble piel de gallina”: emocionarse como uruguayo y como judío, dos facetas inseparables de su vida y absolutamente compatibles, que vive el equipo todo.

“Creo que todos sentimos cada vez que nunca faltaremos a una Macabeada, porque el ponerse la camiseta de Uruguay para representar al país en un evento de la comunidad es impagable. Realmente es hermoso y lo disfrutamos mucho”, dijo Martín Schindler. “Sin duda, representar a Hebraica Macabi para mí es un orgullo impresionante. Y representar a Uruguay lo es todavía más. Es doble orgullo jugar con la camiseta celeste”.

Y esto se manifestó en las canciones, en la vivencia, en la vuelta olímpica con el pabellón nacional en el estadio de Givat Ram en Jerusalén, y en un detalle muy singular que amerita ser destacado, relativo no a los jugadores sino a la hinchada. En la tribuna había, entre otros, uruguayos radicados en Israel hace décadas, que llegaban con la camiseta uruguaya puesta como si se hubieran ido ayer. Y sus niños, hijos y nietos de uruguayos, nacidos seguramente en Israel y que mamaron de sus mayores el amor por Uruguay, gritaban por la celeste. El más singular sin duda fue Luca Jelen, que no sabía qué agarrar primero: su chupete o la bandera con la que se envolvía.

Hinchas por la celeste en el Givat Ram, Jerusalén / Ana Jerozolimski

Hinchas por la celeste en el Givat Ram, Jerusalén / Ana Jerozolimski

El equipo uruguayo que se llevó el oro en fútbol es considerado de alto nivel en la Liga Universitaria —que los felicitó por su cuenta oficial de Twitter—, y aunque es amateur (no profesional) encara sus entrenamientos con gran seriedad. “No somos un grupo de amigos que se reúne los domingos a jugar”, aclaró el capitán.

Otra singularidad es que sus miembros se conocen todos desde hace años y juegan juntos siempre. Además, en el plantel hay tres pares de hermanos: el capitán y su hermano menor Matías, Martín y Federico Schindler, y Nicolás y Marcel Poziomek. Es otro elemento que acerca.

A ello, indefectiblemente se agrega la típica garra por la que ya días atrás Nicolás Poziomek decía: “Otros equipos no quieren jugar con nosotros”.

La victoria en la final fue la realización de un sueño y un logro histórico para Uruguay en las Macabeadas.

Fuente Fútbol Uy