El ejército de Israel respondió con ataques al edificio en Beit Lahiya, a los militantes de Hamás que este jueves volvieron a lanzar globos incendiarios en el norte de la Franja de Gaza.
Unos ocho incendios fueron registrados en el sur de Israel el jueves a la noche, luego de los cuatro registrados en la noche de ayer, todos ellos producto de los globos incendiarios que provienen desde el enclave palestino.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés) manifestaron a través de un comunicado que “en respuesta a los globos incendiarios lanzados desde Gaza hacia Israel, atacamos complejos militares y un lugar de lanzamiento de cohetes perteneciente a Hamás en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel han aumentado su preparación para diversos escenarios y seguirán atacando objetivos terroristas de Hamás en Gaza”.

Los ataques de esta semana terminaron con 25 días de tregua desde la conflagración de mayo, aunque el movimiento islamista palestino optó por no responder para evitar una nueva escalada de tensión.
La operación de Israel se centró de manera muy precisa en instalaciones militares de las Brigadas al-Qassam, el brazo armado del movimiento islamista que gobierna de facto Gaza desde 2007, la misma no casuó víctimas, según confirmaron tanto el Ejército israelí como fuentes de seguridad de Hamás.
“Estamos preparados para cualquier escenario, incluida la reanudación de las hostilidades si continúan las actividades terroristas en la Franja de Gaza”, señaló el ejército en un comunicado.
Por su parte, tanto activistas palestinos como simpatizantes de Hamás se habían manifestado en varias ciudades de la Franja y lanzaron globos incendiarios hacia la frontera con Israel, provocando una veintena de incendios menores, en protesta por la celebración del “Desfile de las Banderas” una marcha ultranacionalista israelí por Jerusalén, que pasó por la zona este ocupada y en la que se escucharon gritos de “Muerte al árabe”.
A pesar de que Hamás llamó a un Día de la Ira como muestra de repudio a dicha marcha, el evento transcurrió sin incidentes graves, aunque 33 palestinos en Jerusalén resultaron levemente heridos al ser dispersados por la policía para evitar que una contraprotesta paralela al desfile desatara la violencia.
Por el momento Hamás no ha tomado acciones de represalia, como el lanzamiento de cohetes que sí emprendió el pasado 10 de mayo, coincidiendo con la convocatoria de ese mismo desfile, lo que desembocó en una escalda bélica de once días, la peor desde la guerra de 2014.
Los enfrentamientos terminaron el 21 de mayo gracias a una tregua “mutua, simultánea y sin condiciones”, mediada principalmente por Egipto -aunque también influyeron países como Jordania, Qatar, la ONU o EEUU- después de haber causado 255 muertos en la Franja y 13 en Israel.
Este nuevo episodio de tensión plantea un desafío para el nuevo gobierno liderado por el ultranacionalista religioso Naftali Benet, quien asumió el cargo el pasado lunes, y no parece que su postura hacia Hamás sea muy distinta a la del Ejecutivo anterior Benjamin Netanyahu, además el ministro de Defensa sigue siendo Benny Gantz, líder del partido de centro-derecha Azul y Blanco, que fue socio de gobierno de Netanyahu y que después se unió a la coalición del cambio por desavenencias con éste.
Fuente: Infobae