Desde la Comisión Técnico Mixta de la Laguna Merín se emitió el compromiso para dinamizar la zona
El Presidente de la Comisión, Gerardo Acosta, indicó que La Charqueada no solo está llamada a ser la capital turística, por excelencia, del Departamento de Treinta y Tres, sino que la concreción del puente, cuya piedra fundamental se colocó por parte del propio Presidente de la República, días previos, la posibilidad de la navegación, que “cada vez está más cerca”, llevará también a un desarrollo deportivo náutico, que será “muy importante para la localidad, para las fuerzas vivas, con la generación de trabajo y mejora en la calidad de vida de los habitantes de la zona”.
Por su parte, el Concejal Lorenzo Moreno, recordó a los habitantes de Charqueada que han partido, pero que soñaron con una localidad próspera y contribuyeron en la búsqueda de oportunidades para concretarlo.
El Intendente Mario Silvera, también se hizo presente en la celebración indicando que “Estos 108 años marcan un doble orgullo cuando se proviene de pagos chicos, con tan ricas historias referidas a la industria del charque; con un fuerte componente agropecuario, sin olvidar la pesca en la zona”.
“Si será importante la navegación”, remarcó el Dr. Mario Silvera, “que según nos cuentan la via de comunicación por excelencia con el Brasil, para toda una amplia zona del país, era el Río Cebollatí”.
Recordó que el “Vapor Laguna Merín” trasladó los insumos para la construcción del Puente Barón de Mauá en Río Branco.
De este modo, señaló que el Pueblo General Enrique Martínez, coloquialmente conocido como La Charqueada refiere concretamente a la raíz comercial.
“Un pueblo donde su gente sabe lo que es vivir momentos difíciles, y ha sabido sobreponerse a lo largo de la historia, para haber formado todo lo que hoy vemos. Es por eso que siento orgullo y admiración, siendo el Intendente de mi querido Departamento, y decir, como lo vengo haciendo desde hace muchos años, La Charqueada es la capital del turismo de Treinta y Tres” agregó.
El jefe comunal destacó la construcción del puente sobre el Cebollatí, como el mojón para un polo de desarrollo, asociado a la hidrovía, ambicionando un puerto sobre el cual continuar trabajando.