La alcaldía de la ciudad de Río de Janeiro aprobó que haya un aforo de un 10% en la final de la Copa América entre Argentina y Brasil.
Esto se debió porque los organizadores presentaron protocolos y ciertas acreditaciones. También se hicieron de mecanismos para cuidar de la salud de quienes acudirán, con herramientas necesarias y adecuadas para prevenir contagios.