Moacir Barbosa fue el arquero de Brasil en el Mundial de 1950 realizado en suelo Norteño y fue víctima de una condena social desde el 16 de julio hasta el día de su desaparición física.
Moacir Barbosa fue un arquero Brasileño nacido el 27 de marzo de 1921 en San Pablo.
Se calzó los guantes en primera división en el año 1940 en Ypiranga y se mantuvo ahí hasta 1944.
En 1945 firmó con Vasco Da Gama donde ganó seis veces el Campeonato Carioca, un Torneo Río-San Pablo y un Sudamericano de Clubes Campeones en 1948.
En 1955 terminó su andar en el Gigange de la Colina. Atajó un año en Santa Cruz, otro en Bon Sucesso y dio fin a su carrera en Campo Grande.
Por otra parte, Barbosa fue el arquero de la Selección de Brasil que disputó el Mundial de 1950. El año anterior había sido campeón de América con el Scratch.
Todo era color de rosa para los dueños de casa. El título del año anterior, la localía y el nivel que mostraban en el cita mundialista, hacían ver que serían quienes se llevarían la estatuilla dorada que llevaba el nombre «Jules Rimet».
Pero entonces llegó ese fatídico 16 de julio. La Canarinha era campeona con el empate y hasta comenzó ganando.
Sin embargo, Alberto Schiaffino igualó el encuentro. Para colmo de males Alcides Ghiggia volvió a vencer a Barbosa quien no cubrió bien su primer palo y el balón ingresó.
Desde ese 16 de julio hasta el 7 de abril del 2000 cuando fellecio en San Pablo, el golero sufrió una condena social increíble por haber recibido ese gol.
En el año 1995 Barbosa habló con la prensa y soltó una frase que hasta el día de hoy se recuerda: «¿Cuánto es la mayor condena en este país? 30 años. Yo ya pagué 45».
Su condena en vida terminó, pero los brasileños jamás olvidarán su nombre y ni la participación que tuvo en una de las páginas más negras del fútbol Norteño.
Fuente de Foto: Wikipedia.