La caída por 2-1 ante Colón en Santa Fe por la 1ª jornada de la Copa Libertadores profundizó la crisis de Peñarol, que no viene pasando un buen momento tampoco en el Campeonato Uruguayo. Mauricio Larriera mostró una vez más que es un DT frontal, sanguíneo, que no se guarda lo que piensa y puede ser muy crítico con propios y extraños en los momentos de tensión.
El entrenador aurinegro sigue sintiendo la falta de todos los jugadores que se han ido, cuyas ausencias cambiaron radicalmente la fisonomía del equipo: «A partir de los diez minutos del primer tiempo desaparecimos un poco del partido. En el segundo tiempo emparejamos, por momentos fuimos superiores, mostrando los vestigios que van quedando del equipo que se fue», apuntó Larriera.
Así explicó el DT por qué no hizo cambios para el inicio del segundo tiempo, cuando el trámite del primero había sido tan difícil para Peñarol: «Mandamos a los mismos futbolistas a la cancha a responsabilizarse de lo malo que había sido el primero. Por momento no parecía nuestro equipo, con desajustes desde el punto de vista táctico que no veníamos cometiendo».
«Es la lógica de la industria mediática»
Larriera se mostró muy molesto para con el “veletismo” de los periodistas que opinan según el resultado: «Cuando se pierde todos los cambios están mal, todas las posturas están mal, es la lógica con la que se maneja la industria mediática, cuando se gana hasta los cambios más ilógicos se hicieron bien».
Además, volvió a insistir en un concepto que ya había manejado al comienzo de la temporada: no volveremos a ver al Peñarol que tan bien jugó en el primer semestre de 2021: «el equipo no va a ser el mismo de antes, aquel equipo falleció. Es muy agresivo lo que digo, pero es así. Hoy tenemos un plantel con otras características, con poco tiempo de trabajo. Tuvimos una pretemporada en enero de mucha competencia, tratando de gestionar el tiempo de los futbolistas. Estamos tratando de buscarle la vuelta y me hago responsable de eso», concluyó