Cuando el gol de Britez (70′) parecía ensombrecer el panorama en la recta final del partido para los bolsos, apareció la enorme jerarquía del plantel: Repetto mandó a la cancha tres cambios, Ramírez por Gigliotti, el “Pumita” Rodríguez por Alex Castro y Otormín por Fagúndez. Minutos después, Zabala le puso calidad a la jugada por derecha, la cedió notablemente para Otormín (que cada vez aporta más claridad cuando ingresa), que le dio una exquisita asistencia al “Colo” Ramírez, y a cobrar. Golazo para enmudecer al Estadio 15 de Abril a los 78′.
Y cinco minutos después, con Unión ya desesperado y exasperado, el “Pumita” sacó un remate que parecía fácil, pero que un error casi grosero de Mele convirtió en el 2-1 de Nacional para una victoria de enorme valor. Nacional hizo a la perfección lo que Unión trató de hacer en el Gran Parque Central una semana atrás, fue rocoso y filoso. El Tatengue salió como una tromba, pero se chocó con una defensa de hierro (Coelho fue impasable y Rochet, otra vez, monumental), y pudo convertir demasiado tarde en el partido, careció de la efectivdad de la que el Bolso ha hecho gala en esta temporada.

Ahora, el Bolso espera al ganador de la llave de Olimpia y Atlético Goianiense (juegan mañana, jueves a las 21:30 hora uruguaya). En la ida, los paraguayos se impusieron con un sólido 2-0.