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¡Nadie se hizo cargo! - Diario El Este

¡Nadie se hizo cargo!

Foto: Sudestada.

Ya son once largos años, desde aquella trágica madrugada del 8 de julio de aquel frio 2010, cuando el Departamento de Rocha se desayunaba lo ocurrido en la cárcel de la ciudad. Debemos de ubicarnos en contexto y por aquellos años, el Departamento de Rocha estaba viviendo conjuntamente con el país una algarabía que se detallaba en función de los resultados que la Selección Uruguaya conseguía en Sudáfrica; pero aquella madrugada todo cambió, la ciudad se apagó y el dolor, al día de hoy vive y convive con un grupo importante de la sociedad.

La mañana del 8 de julio del 2010, Rocha se llenó de sirenas de ambulancias, de policías que iban y venían, de camiones de bomberos que no daban abasto alguno. Los periodistas llegaron de todo el país, la noticia ya estaba en las primeras tapas de diarios y era el comentario social. ¿Qué paso? ¿Cómo paso? ¿Quién es el responsable? ¿Merecían ese castigo final?

Foto: Alejandra Nassi

La cárcel de Rocha, tomó fuego en las horas de la madrugada y un cumulo de reclusos pedían por
favor que abrieran las celdas. Querían vivir, respirar ya no podían. Tiempo después, surgieron videos que se lograron filmar con los teléfonos celulares de los propios reclusos, donde las llamas
inundaban las pantallas, los gritos de desespero te erizan la piel y el dolor de muchos de ellos que les tocó ver como sus compañeros de celda se quemaban vivos. Me cuesta escribir esto, también me duele.

Esta tragedia, es la más horrible de la historia carcelaria del Uruguay y con ello, se llevó la vida de 12 reclusos y ocho pudieron salir a tiempo. Los 12 reclusos que fallecieron, forman parte del dolor social y familiar que al día de hoy sigue siendo latente en el Departamento de Rocha, donde las familias siguen reclamando justicia; la misma justicia que no llega y que de responsables poco se sabe.

Foto: Alejandra Nassi

De los ocho reclusos que salieron a tiempo, pocos han podido prestar testimonios de aquella fatídica madrugada fría de julio del 2010. Estos pocos, con marcas en la piel, también expresan que el dolor en la integridad emocional e intelectual perdura. Desde no poder conciliar el sueño hasta sentir la voz de algún compañero que falleció.


Las familias siguen exigiendo justicia y reclaman el poder encontrar paz para tanto dolor. Aquel edificio donde la tragedia sucedió fue vaciado y en él se pudo comprobar lo que tanto se utilizó como hipótesis primaria, el edificio no estaba apto para ser un recinto carcelario, las carencias edilicias eran y son notorias.


Este riesgo de incendio había sido advertido por el entonces Comisionado Parlamentario, Álvaro Garcé, sin embargo, la tragedia ocurrió. Aquella madrugada marcó un antes y un después en el Departamento de Rocha y su sociedad.


De aquel juicio que se llevó adelante, la jueza López determinó que no había “elementos de convicción suficientes para la atribución de eventuales responsabilidades penales” y a raíz de esto, no había sido posible identificar a quien fuera responsable del “origen y/o el resultado de este funesto siniestro”. Desde aquella madrugada, al día de hoy, nadie se hizo cargo. El Estado falló.