(Por José Luis Sánchez, Presidente de la Junta Departamental de Maldonado)
El 26 de noviembre, día en el que asumimos la Presidencia de la Junta Departamental, dijimos textualmente “somos conscientes que con los únicos que tenemos que confrontar son con los problemas que hoy desvelan a miles y miles de vecinos, lo que no quiere decir que no intercambiemos, dialoguemos y dejemos sentado nuestros diferentes puntos de vista en busca de esas soluciones”.
Y agregábamos que “confrontar no significa agraviar ni pelear. Significa expresar diferentes puntos de vista sobre los más diversos temas, sin adjetivaciones, con propuestas y con ideas concretas, porque a nadie le puede caber duda alguna, todos queremos el bienestar de nuestro pueblo y por eso estamos en política. La gente lo sabe y nos observa todos los días”.
Y ese camino hemos transitado todos estos meses.
En una apretada síntesis logramos dar solución a un problema histórico que arrastraba Maldonado desde la administración de Domingo Burgueño, el déficit de la Intendencia.
Votamos una solución a 15 años, así como todas las herramientas financieras que necesitaba la IDM para funcionar sin sobresaltos y en tiempos de pandemia, donde la inversión social que vuelca en beneficio de nuestra gente supera el 30% del presupuesto y aspira ser más en el nuevo que está sometido a discusión y debate hoy.
Aprobamos un paquete de medidas que benefician a los sectores más golpeados por la pandemia, la hotelería, la gastronomía, el comercio, por mencionar algunos. Y lo hicimos conscientes de nuestra responsabilidad como legisladores departamentales, velar por el futuro de nuestra gente y porque la emergencia sanitaria nos dejó serias dificultades, al ser un departamento que vive mayoritariamente del turismo.
Seguramente no alcanza. Posiblemente sería mejor aún más. Pero el equilibrio que debemos hacer siempre como gobernantes reposa entre lo deseable y lo posible.
Encauzamos un debate responsable y con altura en cada votación. En la discrepancia muchas veces, pero intentando el diálogo para llegar a acuerdos es que nos hemos conducido.
Cerramos nuestras puertas varias semanas para cuidarnos del covid y hoy retomamos la presencialidad tan necesaria, así como el funcionamiento de las comisiones.
Desde el punto de vista del relacionamiento con la sociedad hemos salido de atrás de los escritorios. Hemos estado en la calle, con los vecinos, con la gente, conociendo sus problemas y sus realidades. Por eso recorrimos todo Maldonado, nos reunimos con ellos en cada localidad y con los diferentes alcaldes, imprimiendo un concepto de cercanía que debe ser nuestro buque insignia.
Hemos donado en nombre de la junta, computadoras y mobiliarios que no estábamos utilizando, en beneficio de instituciones que lo necesitaban, a los que muchas veces la diferencia entre poder y no poder hacer era una computadora.
Liberamos el Wi-Fi en el entorno del edificio donde sesionamos para poder así darle una oportunidad a los estudiantes que no tienen acceso a una herramienta necesaria para recibir sus clases virtuales en estos tiempos.
Modernizamos la gestión, siendo la única Junta Departamental que cuenta con un sistema digital que controla la asistencia de los ediles en sala.
Es mucho lo que hemos avanzando, pero es mucho más lo que nos queda por hacer, honrando desde nuestro cargo como presidente el cumplimiento de un mandato expreso que tenemos los gobernantes, la vocación de servicio para intentar mejorar la vida de nuestra gente.
En ese camino nos van a encontrar siempre, con nuestro compromiso del 26 de noviembre intacto y dando cumplimiento a las palabras expresadas ese día.
1 comentario en “Nuestra obsesión por gobernar entre todos para encontrar soluciones para la gente”
Felicitaciones!!!!!