Continúan las protestas en todo el mundo en contra de las restricciones anti Covid.
En Nueva Zelanda los manifestantes acamparon por tres semanas frente al Parlamento, en Wellington, y resistieron allí no obstante el ciclón Dovi, que afectó la zona y provocó apagones y evacuaciones. Aproximadamente a las seis de la mañana de este miércoles, sin embargo, la policía comenzó su desalojo a través de un operativo que tuvo como resultado más de 60 arrestos y varios heridos hasta el momento.
Los disidentes neozelandeses se inspiraron en el movimiento Freedom Convoy canadiense y su objetivo era el de protestar en contra de las medidas tomadas por el gobierno de la primera ministra Jacinda Arden pero los legisladores de todos los partidos se negaron a dialogar con los manifestantes.
Según The New York Times los enfrentamientos fueron caóticos y “los manifestantes esgrimieron extintores de incendios, proyectiles llenos de pintura” y “escudos de madera contrachapada hechos en casa”. La policía, por su parte, desmontó tiendas de campaña y remolcó más de 300 vehículos. El comisionado de policía Andrew Coster dijo que los vehículos confiscados no serán devueltos en el futuro inmediato y que seguirá trabajando en el desalojo hasta que la operación no se complete: “la policía continuará arrestando y acusando a las personas cuando sea necesario y continuará incautando vehículos durante todo el dia”.
Los manifestantes denunciaron que fueron rociados con gas pimienta y lamentaron que no hubiesen intentos de acercarse a dialogar con ellos, pese a que consideraron que sus reclamos fuesen legítimos y que muchos de los presentes han perdido el trabajo a causa de los mandatos de vacunas impuestos por el gobierno de Arden.
Foto: La policia trata de contener a los manifestantes antivacunas en Wellington, Nueva Zelanda MARTY MELVILLE / AFP Recuperada de: lavanguardia.com