Se vienen los Juegos Olímpicos de Tokio y esto de ver competir a uruguayos me va gustando cada vez más. Será porque sé las limitaciones que tenemos al momento de prepararnos para llegar al certamen, ya que competimos contra atletas del primer mundo. Pero ahí estamos nosotros, dando pelea, y ver en la tele, entre tantas banderitas que a veces no se ni de qué país son, la vieja y querida celeste con el solcito allá arriba, me llena de orgullo al punto tal que no he encontrado la manera de describirlo en la redacción.
Comienza la adrenalina, la emoción de poner el despertador a cualquier hora para ver nuestros atletas, sea la disciplina que sea, ahí estamos. Sin dudas para ir a trabajar nos ataca la pereza y hacemos caso omiso al despertador, pero en esta ocasión, no soy solo yo quien va a saltar de la cama para apoyar éste lote de guerreros y guerreras que van a representarnos. Por eso no hay día que no agradezca haber nacido en Uruguay, porque tenemos miles de defectos y falencias, pero el sentimiento de pertenencia y de identidad nos diferencia del resto del Mundo. Sea donde sea, si está la celeste, ahí estamos nosotros, como desquiciados gritando ¡Uruguay pa’ todo el mundo!
Hoy es el turno del judoca Mikael Aprahamian, quien competirá en la categoría 81 kg y desde hace un tiempo está instalado en España a puro entrenamiento. A parte de destacarnos por la garra, creo que algo que nos identifica en el rincón que fuésemos es la humildad y la simpatía, cosa que con Mikael no pasó desapercibido. Como puede ser que un tipo te responda unas simples preguntas y sientas que es el vecino que vive acá al lado. Creo que es esa pasta diferente que tenemos, esa buena onda y disposición. Y vuelvo a repetir, por más que parezca un disco rayado en cada nota, que alguien pare y me regale 15 minutos de su tiempo para darme una entrevista, para mi es la gloria. Másde uno me va a tildar de exagerada, pero quien ama el deporte como yo, sabrá entender este lenguaje sentimental del que hablo.
Con 33 años y muchas ganas de traerse una medalla, nuestro entrevistado de hoy habló de todo un poco con nosotros, reflotando el sueño de cada uruguayo, y haciendo que usted, que quizá nunca vio en su vida una lucha de judo (o sí), se ate la bandera uruguaya en el cuello y haga llaves acompañadas de alguna patada en el living de su casa como si estuviese en el continente asiático. Con ustedes el olímpico Mikael Aprahamian.

– ¿Cómo arrancaste en este deporte?
“Yo soy del Club Náutico en Montevideo y ahí di mis primeros pasos, mi hermano Pablo arrancó primero a los 7 años y yo a los 5. Mis profesores se llamaban Celia y Mario, ahí comenzamos. En el club hacíamos gimnasia, natación, pero uno siempre se termina inclinando por el deporte que más te va, ahí empiezas a ganar, a generar confianza y afinidad con los profesores”.
– ¿Cuál fue tu mejor lucha?
“He tenido varias buenas experiencias, pero mi primera medalla en el Open en el 2018 en Córdoba, fue una experiencia espectacular porque tuve unos muy buenos combates. Le gané a gente que era muy buena y fue la segunda vez que disputaba una medalla y la gané contra un local. También justo habían ido mis padres y estaba mi hermano que fue a competir. Fue divino, conseguí un logro grande que obtuve como deportista y sumé puntos en el nuevo sistema de clasificación. También hace poco competí en el Mundial e hice una muy buena lucha contra un canadiense, perdí pero me sentí a pleno. Estábamos par a par. No se dio, pero me pasó que salí contento, sabiendo que lo di todo y puedo dar más”.
– ¿Pasaste algún momento difícil en este trayecto?
“Mi momento más difícil fue cuando quedé fuera de los Juegos Olímpicos de Río. Pudo clasificar mi hermano,pero yo quede fuera y fue desbastador. Venía haciendo una carrera muy grande y ahí dije “vamos a intentarlo de nuevo” pero nunca pensé en no hacerlo, con respecto al tema de los apoyos. Siempre mantuve firme la cabeza para continuar y poder seguir rumbo a Tokio”.
– ¿Te vinieron ganas en algún momento de desistir del sueño olímpico?
“Nunca se me ocurrió dejar, quizá a veces te lo planteas, más ahora que se estaba definiendo si entraba a los juegos de Tokio o no. Quizás un poco por afuera lo pensas, pero por dentro siempre es un “quiero continuar, quiero seguir porque esto es para mí”. Aunque no sea para mí, he aprendido que tenés que estar feliz con lo que haces. Yo a último momento dije “ya di todo lo que tenía, hay que ponerse un poco más las pilas para dar mucho más”. Lo importante es estar feliz de que lo diste todo, más allá de que vayas o no a los juegos. Ser consciente de que todas las herramientas que tenías sobre la mesa las pudiste transformar, hacer un equipo con eso y que más no podías dar. Ahí, al estar conforme con vos, es muy difícil sentirte mal si quedas fuera o lo que sea, pero el dolor no va a ser tanto si sentís que tu entrega fue absoluta”.
– ¿Qué se siente al ir en representación de Uruguay?
“Por suerte desde niño tuve la oportunidad de representar de Uruguay. De juvenil, en los campeonatos internacionales, de grande en los mundiales, pero que sea en un Juego Olímpico es el súmmum para un deportista y la satisfacción es enorme, porque tenésmucha más atención del público, del país. Pasas a ser más una figura y eso es importante, transmitir los valores no solo como persona sino también del deporte y de la importancia que tiene. Yo me siento sumamente apoyado, me encanta representar Uruguay. Me encanta llevar la bandera y tener el escudo en el pecho. Siento que doy todo, nadie me mira por encima del hombrosino que, todo lo contrario, me miran con respeto y eso es lo que uno busca. Uno representa a su país, tanto culturalmente como deportivamente, entonces siempre hay que hacer un buen papel, ser responsable y estar al máximo”.
– Vivís en España ¿A qué se debe que estés ahí radicado?
“Desde hace 8 años que vengo a Valencia por mi entrenador de Uruguay, sus hermanos vivían aquí. Siempre de gira por Europa y hacia puerto en Valencia hasta que establecí un contacto donde siempre me daban un cuarto, un colchón o sillón, siempre tenía alojamiento y un buen lugar para entrenar. De Río volví a Uruguay, me recibí, trabajaba en un negocio familiar y tenía la oportunidad de irme un mes y volver, o poder salir siempre, por lo que en ese sentido mi familia siempre fue de gran apoyo. Pero el motivo principal del cual me vine fue entrenar, buscar más oportunidades, crecer como persona y como atleta”.
– Si tuvieses que elegir una cosa de Uruguay para llevarte ¿Qué seria?
“Esta pregunta es difícil (risas), siempre tengo el mate para todos lados, siempre que viene alguien de Uruguay me trae yerba. Lo que me traería es un familiar o un amigo, que se vayan rotando para tenerlos acá un ratito y no extrañar tanto”.
– A parte de estar en Tokio ¿Tenés algún otro sueño?
“Es un sueño estar en los Juegos, pero quiero dar un paso mas que es buscar la medalla. Sino pienso en ganar y si no tengo esa mentalidad ¿para qué estoy acá? Hoy en día lo que busco es la medalla. También me encantaría en un futuro poder vivir un poco más del deporte. Hoy por hoy estoy en mi mejor momento y es algo que lo estoy sintiendo ahora, y al sentirme bien física y mentalmente siento que puedo dar un poco más. He trabajado mucho conmigo mismo, también mi espiritualidad y me ha ayudado un montón”.
– ¿A quién querés tener presente en esta nota?
“De toda mi familia, Pablo, Agustín y mis padres, que son los que siempre están ahí. Cuando yo compito a las 3 de la madrugada de Uruguay, ellos se levantan, me apoyan y me mandan un mensajito. Si preciso algo siempre están, intento no atacarlos mucho, pero la verdad son un sostén muy grande para mí”.

Y acostumbrados a tener olímpicos por El Este, pasaba Mikael, dejándonos como enseñanza de que no se trata de lo que hagamos, sino de dar el máximo de nosotros en todo. Y que, al fin y al cabo, la vida se trata de ser feliz. Así que nada más que agradecerle a éste luchador, pero no luchador por su disciplina solamente, sino por levantarse, entrenar como un león día a día, y sentir su voz quebrada de emoción al hablar de representarnos. Como siempre repito, no se trata solo de deportistas, sino de personas que hacen del deporte un estilo de vida y buscan la manera de hacerlo pedagógico. Así que gracias por predicar con el ejemplo Mikael, con medalla o sin medalla ¡Estamos contigo!
1 comentario en “OTRO QUE TIRE Y PEGUE: MIKAEL APRAHAMIAN NOS REPRESENTARÁ EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS”
Hermosa nota y entrevista. Una vez más: ¡¡¡¡ Felicitaciones Belén Silveira!!! Desde Suecia un abrazo y seguimos apoyando a nuestros atletas uruguayos.