Luchador, aguerrido, simpático y al mismo tiempo sentimental a la hora de hablar del club de sus amores. Pedro Techera, es un ciudadano más, que se levanta, va a laburar y lleva el día a día con esa mansedumbre que lo vemos atrás del mostrador. Le pedís una pastillita para el dolor de cabeza y ahí se da vuelta, silbando bajito va, la busca y te la alcanza, con una calma que todos nos preguntamos si la tendrá en la cancha a la hora de alentar. Como a todos en cierto punto, la vida lo ha “cacheteado”, pero él ha puesto la otra mejilla, sin olvidarse que el tren de la vida sigue y en el viajan muchos amores, como sus hijos, nietos, amigos y el querido Treinta y tres Fútbol Club.

Éste último club que mencionamos y en el qué se va a centrar gran parte de esta nota se fundó el 19 de abril de 1914. Cumplirá 107 años y es la Institución decana del departamento. El primer Presidente fue Javier Onturiana, sucedido por Isidro Izmendi y se inicia con un grupo de muchachos cuando llega el ferrocarril a Treinta y tres en 1912, más concretamente la línea que nos unía con Montevideo. Esos gurises querían practicar un deporte, hasta que comenzaron a juntar gente y se llega a ese 19 de abril.
Pero ahora vamos a seguir con lo lindo que tiene cada entrevista, que es conocer lo que hay dentro del corazón del hincha, de esa persona que da la vida por los colores, que tiene la capacidad de llorar y reír al mismo tiempo. Si, así es, porque únicamente quien tiene pasión pasa por eso, siente tocar el cielo con las manos cuando el equipo sale vencedor, o quemarse en el fuego del infierno cuando no se consiguen los resultados. No hay punto medio cuando de fanatismo se habla, ya que no importa el rol que se ocupe porque siempre se deja todo ¡Y qué vamos a contarle a Pedro de esto! si es un tipo que fue jugador, D.T improvisado, dirigente, utilero, hincha y hasta aguatero.

Treinta y Tres Fútbol Club es una institución con historia, con las vitrinas repletas de trofeos, ya que es el equipo con muchísimos logros a nivel interdepartamental. Allí en la sede luce la copa de cuando obtuvieron el Campeonato del Interior, un 27 de junio de 1971, siendo así los únicos en obtener ese galardón en el Departamento. Hablemos con la historia viva, ¡Bienvenido al Este Pedro!
– ¿Cuándo comienza este sentimiento por el Treinta y Tres FC?
“Ese sentimiento te lo sintetizo en una frase: mi segunda casa. Es donde fui jugador y fue mi primer club, defendiéndolo hasta 1971. De ahí pase a la dirigencia y con altibajos, por razones comerciales y demás, hasta ahora sigo vinculado.
Treinta y Tres para mí es un hijo que quiero mucho, ya que es quien me ha hecho feliz y también me ha entristecido. Pero sin dudas predominan las alegrías”.
– ¿Qué partido es el que te quedo más marcado?
“Quien siente la institución, sabe que todos los partidos son importantes, pero sin dudas sobresale cuando nos coronamos Campeones del Interior (1971). Lo viví muy de cerca porque fui delegado dentro de la cancha”.
– ¿Qué anécdota te queda más gravada?
“Recuerdo una vez que tuve que asumir como técnico por dos fines de semana, siendo que yo era directivo. Nunca estudié para eso, pero por razones de salud del DT de ese momento, tuvimos que afrontar esa responsabilidad de dirigir un partido contra San Lorenzo y ganamos. Eso me quedó presente, ya que era lo que me faltaba para completar toda la ronda. Fui jugador, dirigente, alcancé agua a los jugadores, llevé la utilería y completé siendo técnico.
Como hincha vibré muchas veces, principalmente en los clásicos. Hay amigos que recuerdo en éstos momentos como el “flaco Latorre”, “Chechi” y “Pichungo” Silvera. Pichungo y el Flaco llevaban a Treinta y Tres en el corazón, y cuando perdíamos, ellos no salían a la calle del disgusto, hasta miércoles o jueves. Cuando nos coronamos campeones contra el tradicional rival (Huracán), el estadio parecía una final del Este. El flaco consiguió una hinchada vestida de plumerillos blancos y celestes, lo que hizo un entrono especial e inolvidable”.
– Contáme el momento más lindo que viviste como hincha y el más feo
“El momento más lindo, deportivamente es la obtención del Campeonato del Interior, el 27 de junio de 1971. Recuerdo el recibimiento que tuvo el departamento para con nosotros en la Plaza 19 de abril y fue cuando la vi con más gente en mi vida. Yo venía con la delegación en el ómnibus desde Paysandú, y ya cuando pasamos por Melo y encaminamos hacia “El Parao”, nos estaba recibiendo el Intendente para darnos la bienvenida. Desde ahí hasta la plaza vinimos a paso de caminata, porque era tanta la cantidad de vehículos que no se podía avanzar.
Y lo más triste fue cuando nos tocó descender de primera división, que realmente nos conmovió, pero fue un año simplemente que estuvimos en la “B” y luego volvimos a primera”.
– Para Pedro, Treinta y Tres es…
“Emociona mucho pensar en mucha gente que paso por la institución y dejó su granito de arena, su enseñanza. Desde dirigentes, técnicos y jugadores. Este equipo tiene una mística muy particular, porque los dirigentes y técnicos son muy especiales, Treinta y tres en sí tiene una forma muy especial de jugar. En la parte dirigencial nunca tuvimos problemas con ningún DT, ya que todos los que se alejaron por distintas razones, siguieron vinculados. Siempre hemos sido una institución muy abierta, tanto a nivel de jugadores como de técnicos. Cuando llega un jugador, se queda, y si se va lo hacen sin problemas, ya que les gusta la forma en que se trabaja y se dialoga. Es más bien un grupo de amigos que tiene una forma de jugar similar y una mística que no sé si otro cuadro la tiene. Eso es un capital para quienes estuvieron, están y van a estar, porque se sigue una línea que se respeta pero que también salen las cosas por sí solas”.
– ¿De quién te acordás al momento de hablar de todo esto?
“Podría estar tres horas nombrándote gente, pero voy a expresar algunos nombres y pido disculpas a aquellos que no nombro, pero recuerdo con mucho cariño. En éste momento recuerdo al “Macaco” Antonio Ubilla, capitán en el 71’ y hoy sigue vinculado con el club, al “Flaco” Latorre que fue un hombre que donde estaba la casaca blanca y azul, él estaba. El “pichungo” Silvera, con su portafolio abajo del brazo y su bicicleta al lado.
Y hay algo especial que no quiero dejar pasar, que es a un hombre que hoy hay que darle las gracias porque fue quién, prácticamente solo, hizo que tengamos una sede propia y es a Víctor Hugo Araujo, alias el “Chocolate”.
– Para Pedro, Treinta y Tres Fútbol Club es…
“Es el orgullo personal de pertenecer a una institución tan grande, la gran satisfacción de haber vestido sus colores y de estar hoy con varios amigos dirigiendo. Puedo decir con alegría que soy hincha de Treinta y Tres, que es mi segunda casa como ya te dije, es parte de mi vida. Mis dos cosas más queridas son mis hijos y éste club”.

Terminado así este viaje por los rincones más profundos del corazón del hincha, siempre me quedo con algo. Y me dirán “otra vez lo mismo”, pero sí, me gusta plasmar lo que se me pasa por la cabeza a la hora de escribir. M pasa muchas veces de ir al comercio de Pedro y verlo ahí, atendiendo con suma tranquilidad, pero nunca me imaginé que dentro de él habitaran tantos recuerdos y sentimientos. Claro, yo pensando que el tipo es un robot, que se levanta, va a trabajar y duerme. Pero descubrí una persona amable, simple, con ganas de ayudar a los jóvenes y que disfruta más del calor de los amigos que del calor de la estufa. Alguien que cuando cierra una nota, se pone a tu entera disposición y te desea lo mejor en ésta nueva etapa, entendió todo. La vida se trata de ser grato y desearle el bien a los demás, y éste señor, me dio una clase de cómo llevarlo a cabo .
¡Qué lindo si hubiese más Pedros Techera! 79 años, y más de la mitad sirviendo a un pueblo, no es moco de pavo ¡Gracias!
1 comentario en “Pedro Techera: “Treinta y Tres F.C es un hijo para mí””
Muy buena nota!!!!