Ambos líderes, Vladimir Putin y Xi Jinping, se reunieron en Pekín, ciudad que visitó el líder ruso para presenciar la ceremonia de inauguración de los juegos Olímpicos de invierno que se desarrollará en esa ciudad.

El encuentro sirvió para reforzar lazos y formar una alianza, que si bien, se sabía que existía, hasta el momento no se había pronunciado por parte de ambas potencias juntas. En ese sentido, el presidente ruso se mostró satisfecho y declaró que las relaciones que mantienen al día de hoy ambas naciones son “sin precedentes”.

Y en una declaración conjunta, afirmaron que se oponen «a cualquier ampliación futura de la OTAN» y  rechazaron la «influencia negativa de EUA para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico».

«Nuestras relaciones bilaterales han progresado con un espíritu de amistad y asociación estratégica. Son relaciones realmente sin precedentes», manifestó Putin al inicio del encuentro con su homólogo chino Xi Jinping.

Al referirse sobre el conflicto en la frontera rusa con Ucrania, tanto Beijing como Moscú, exigen a la alianza atlántica que «renuncie a sus puntos de vista ideológicos que datan de la Guerra Fría».

Debido al fuerte vinculo que han mostrado Rusia y China en tiempos de suma tensión, Putin, aseguro que son «un ejemplo de una relación digna en la cual cada uno ayuda y sostiene al otro en su desarrollo».

Por lo que debemos decir que el encuentro no fue solamente la visita para la inauguración de los JJOO, sino que se aprovechó la ocasión para reforzar lazos y mostrarse unidos frente al mundo en donde Moscú enfrenta una gran crisis con las potencias de occidente y Beijing le muestra al mundo que Rusia cuenta con el apoyo de ellos.

En todo este contexto, Rusia también indicó que está prevista la firma de varios acuerdos en el encuentro, incluyendo en el ámbito estratégico del gas.