El informe fue llevado adelante por el Instituto de Finanzas Internacionales en el cual se analiza las cifras del PBI de la última década. En ese marco de estudios, Argentina presentó el peor resultado económico de la región, sin tomar en cuenta a Venezuela, que tuvo una recesión más profunda.
En el caso de Venezuela, alegan que los datos obtenidos desde el país, son poco confiables; caso similar al de Argentina hasta el año 2016.
El economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, según su sigla en inglés), Robin Brooks, señaló cómo evolucionó el producto bruto interno en un grupo de países de América latina.
Durante la década medida, 2011-2021, el país con un mejor crecimiento económico fue Perú, el cual obtuvo un crecimiento del 39%.
Elaborando un ranking sobre los países evaluados, luego de Perú, seguirá Chile con un crecimiento del 33%, Colombia también del 33%; y para completar el podio, esta Uruguay con un 15%; México del 14%, Ecuador del 13% y Brasil con apenas el 3%. En cambio, Argentina cayó un -3% en la última década, según los datos elaborados por Brooks.
Previamente, el IIF había advertido que la Argentina solo podrá estabilizar su economía con un programa de ajuste fiscal y monetario apoyado con dólares “frescos”, más allá de los fuertes pagos que debe hacerle al Fondo en 2022 si no llegara a un acuerdo de refinanciación.
Otro estudio de la entidad advirtió que la Argentina está entre los países más afectados por el pase a precios de una devaluación, luego de Vietnam, República Dominicana, Ucrania y Honduras. En este sentido, por cada punto de aumento del dólar, la inflación salta 0,5 puntos porcentuales.
Para este año, el Gobierno proyectó un crecimiento del 4% y una inflación del 33% -aunque algunos ministros ya reconocen que el aumento de precios rondará el 40%-, mientras que el FMI y los analistas privados creen que el PBI rebotará un 3 por ciento, luego del 10% del 2021 y una caída similar en 2020. En cuanto a la inflación, los analistas prevén en promedio un aumento del 55%, aunque algunos se estiran más allá del 60% por el aumento de la devaluación y de las tarifas de los servicios públicos previsto para este año.
Según INDEC, la inflación del mes de enero fue del 4%, de mantenerse ese número, arrojaría un aproximado del 60% anual; más que lo el 50,9% que tuvo durante el 2021.