Las mismas habían sido las eliminadas “sospechosamente”, el investigador Jesse Bloom aseguró que, mientras realizaba una búsqueda de archivos almacenados en la nube de Google, recuperó hasta 13 secuencias del coronavirus que habían desaparecido de la base de datos científica de forma misteriosa el año pasado.
Estos datos recuperados, aportan información sobre cuándo y cómo el virus pudo haberse propagado desde un murciélago u otro animal a los humanos, según indica el diario The New York Times.
Bloom indicó en su informe que “parece probable que las secuencias fueran eliminadas para ocultar su existencia”.

Asimismo, señalo, que revisando los datos genéticos del coronavirus que habían sido publicados por varios grupos de investigación, encontró un estudio de marzo de 2020 en una hoja de cálculo que incluía información sobre 241 secuencias genéticas recopiladas por científicos de la Universidad de Wuhan. Esa hoja de cálculo había sido subida a una base de datos en línea llamada Sequence Read Archive, administrada por la Biblioteca Nacional de Medicina del gobierno de EE.UU.
Lo raro del hecho se da cuando el científico buscó las secuencias de Wuhan en la base de datos a principios de este mes, y no “encontró ningún elemento”; volvió a la hoja de cálculo en busca de más pistas y realizó una investigación a fondo, según indicó el diario neoyorquino, y no halló respuesta al hecho de por qué las secuencias se habían subido al Sequence Read Archive y habían desaparecido más tarde.
Por su parte, Michael Worobey, biólogo evolutivo de la Universidad de Arizona indicó al medio estadounidense, que “este es un gran trabajo de detective sin duda, y avanza significativamente en los esfuerzos para comprender el origen del SARS-CoV-2”.
A raíz de este descubrimiento, el científico estadounidense mantiene la esperanza de avanzar en la construcción del árbol genealógico del nuevo coronavirus.