Hola… hola… amigos rioplatenses. Una vez más nos volvemos a encontrar para intercambiar noticias, miradas, comentarios y pensamientos en este nuevo rincón de comunicaciones que es el “Diario El Este” que se empieza a instalar en las dos orillas.
No te olvides que semanalmente nos encontraremos aquí con alguno de los temas que tenga que ver con el espectáculo y los medios del Río de la Plata. Los temas y los personajes son los que vos ya conocés pero acá lo trataremos desde otro lugar y con el diente al hueso. Como es mi estilo y con el que identificó a lo largo de mi carrera periodística.
Por eso me quiero detener en el dilatado regreso de Marcelo Tinelli con su programa de televisión que por motivos de derechos y titularidades no se llamó “Video Match”, ni “Show Match” ni “Bailando” ni “Cantando por un sueño”… El nuevo ciclo se bautizó como “La Academia”, porque ya nada es igual, todo muta y se reconvierte. Lo importante era y es sobrevivir.
Y cuando hablo de sobrevivir, Tinelli, viejo lovo de mar, sabía que conseguir las habilitaciones sanitarias e infectológicas era un monte empinado para subir y había que remarla por todos lados. Porque están los canales competidores que no se la iban a hacer fácil. Pero también los productores que siguen haciendo cola para sostener sus productos heridos de muerte y fusilar a los de enfrente.
Por otro lado, Tinelli tenía abierto el frente que le produce el fútbol, donde él debió dejar su lugar a la cabeza de la Comisión Directiva de San Lorenzo, y eso le significó sus reacciones, como también su gestión en la Casa del Fútbol Argentino…
Y ni se imaginen cómo lo estaban esperando los operadores políticos que sabían que con su vuelta a la tele, lo enfocarían mejor con el láser para dispararle a mansalva, porque Marcelo sigue moviendo el tablero de la política argentina con sus accionares y eso no deja de despertar intereses amigos y enemigos también…
El tema es que Tinelli volvió a la pantalla y sin publicidad ni PNTs que distrajesen rating, y con eso le empardó el mano a mano al poderoso “Master Cheff” de Santiago del Moro en el primer pleito. Una odisea que Marcelo sabía que no sería fácil y de ahí su estrategia de cruzar lo menos posible el tiempo de competencia al aire, en el pelo a pelo, que lo podría debilitar más.
Después de ese alentador comienzo, Tinelli empezó a sufrir la realidad de este momento, porque debió agregar los espacios comerciales y ahí su adversario lo duplicó en rating. Y se hizo una pulseada despareja que lo complica más y más.
Marcelo armó, reprogramó módulos, maneras, estilos para poder sobrevivir y el virus con la multiplicidad de participantes fue apoderándose de quienes integraban “La Academia” que empezó a bailar, a cantar y a divertirse… Pero los ataques, y las operaciones sumados se hicieron un partido muy chivo y lo dejaron a Tinelli en situación de seguir reprogramando para poder pasar el invierno y el infierno, que no están lejos.
Nos reencontramos muy pronto, en el rinconcito del Diario El Este, con “Pimienta y Ajo”.
Por: Luis Ventura