Centenares de personas se encuentran desde hace 24 horas atrapados en el cruce fronterizo entre Mendoza y Chile.
Desde las 14 del sábado, al menos 300 vehículos quedaron atrapados a unos pocos kilómetros del Paso Internacional Cristo Redentor. Casi 24 horas después.
Autos, micros y camiones conforman lo que parece una “interminable” fila de luces en el medio de la nada blanca. Dentro de los vehículos, personas con una preocupación cada vez mayor y sin recibir respuestas por parte de las autoridades que puedan proveer algún tipo de rescate. Después de casi un día, comenzó a acabarse la disponibilidad de alimentos y agua potable, mientras que las condiciones climáticas tampoco ayudan.
“En este momento está nevando fuerte. El termómetro del micro nos está marcando -20º. Ya la desesperación se nota”, le explicó a Infobae mediante un diálogo en whatsapp Carla Cabrera, una joven estudiante argentina que viaja de Mendoza a Santiago de Chile junto a su madre.
Por el momento, hay una tranquilidad tensa dentro del ómnibus. Los choferes mantienen de a ratos el motor encendido para poder calefaccionar el interior de este, mientras que con el pasar de algunas horas, los dos conductores se turnan para limpiar la nieve de los neumáticos y los parabrisas.
Uno de los choferes es Pedro Hernández, un chileno que trabaja como conductor de ómnibus desde hace décadas y que relata no haber vivido una situación así en la ruta nunca.
“Yo llevo entre 30 y 35 años arriba de estas rutas y nunca viví algo así. No puede ser que hayan pasado tantas horas y todavía no hayamos recibido una comunicación sobre cómo nos van a rescatar o qué tipo de ayuda podemos recibir”, afirmó el chofer en diálogo con Infobae.
“Nosotros estamos a unos 4 o 5 kilómetros del paso de Cristo Redentor y a unos 2 km de Las Cuevas, el último pueblo del lado argentino antes de entrar en la Cordillera. No sé de cuántos vehículos estamos hablando, pero por lo que se ve desde aquí parece que hay unos 500, entre autos, ómnibus y camiones”, agregó.
De todos modos, las dos principales preocupaciones de los varados corresponden a la alimentación e hidratación y al combustible de los vehículos, clave para que puedan mantenerse encendidos y suministrar la calefacción necesaria.
“A nosotros ya se nos acabó el agua caliente en el bus. Sólo tenemos lo que cada pasajero ha traído para beber y comer. Por ahora, tenemos comida y agua, pero no sabemos hasta cuándo la tendremos”, completó Carla.
Otra de las preocupaciones es la ventilación de los transportes. Debido a la escasa apertura de puertas y ventanillas en medio del frío extremo, hay riesgo de acumulación de monóxido de carbono en los interiores de los vehículos.
Uno de los cuestionamientos que hacen especialmente los choferes de los camiones y los micros es cómo se habilitó el camino cuando desde meteorología se sabía que iba a ocurrir una tormenta de nieve. Por el momento, el Gobierno argentino anunció el cierre del paso de Cristo Redentor hasta que las condiciones climáticas mejoren de manera ostensible.
En las próximas horas acudirán al lugar máquinas para limpiar la nieve e intentar despejar los caminos lo suficientemente como para que los vehículos puedan abandonar el lugar.
Fuente: Infobae