El niño presentaba cortes en la cabeza, moretones en el rostro e inflamación en la zona de los ojos que su madre decía ser conjuntivitis

Vecinos del balneario Las Vegas, en la Costa de Oro, Departamento de Canelones, se vieron conmocionados con el abuso al cual venía siendo sometido este menor.

Con apenas cinco años, el niño evidenciaba lesiones, no solamente recientes, sino otra ya sanadas por sí mismo.

Horas atrás, una vecina de la zona había recibido al niño en su casa, a solicitud de la madre, que debía ausentarse. Al observarlo, la mujer advirtió que tenía diversos hematomas en el rostro así como también cortes en su cabeza, la que además se encontraba inflamada.

Sin embargo, la madre del menor rápidamente argumentó que, en cuanto a la hinchazón en sus ojos y demás particularidades obvias, de una golpiza, simplemente se trataba de una conjuntivitis que estaba cursado su hijo.

El relato de la madre no fue de recibo para esta vecina, quien descreyó cada palabra de la mujer y decidió llamar al 911 entendiendo que el niño había sido abusado físicamente y se encontraba en peligro.

No obstante haber radicado la denuncia telefónicamente, en un impulso de desesperación tomó su bicicleta para dirigirse a la seccional más cercana, ubicada en el balneario La Floresta, con la intención de poder narrar personalmente las lesiones que había presenciado en el pequeño.

Con los datos aportados por esta vecina, los policías iniciaron las actuaciones, y una vez que pudieron hablar con el niño, éste les confirmó que los golpes eran provocados por un hombre, pareja de su madre.

De inmediato se procedió a conducir al menor a una revisión médica y posteriormente derivado al Hospital infantil Perera Rossel donde se le ingresó para realizar los estudios pertinentes y evaluar las lesiones ocasionadas en las reiteradas golpizas.

Las autoridades contactaron al padre biológico de la víctima quien se trasladó hacia el nosocomio capitalino donde permanece acompañando a su hijo, cuyo estado parece estable.

Mientras tanto, las actuaciones policiales continuaron, elevando los antecedentes a la Fiscalía Letrada de Atlántida desde donde se derivó el caso a formalizar en el Juzgado Letrado de la misma localidad.

Cabe señalar que vecinos intentaron prender fuego la casa de la pareja responsable del nene, enfrentándose con la madre del menor que salió en defensa de su pareja.

En un dictamen que ha generado más polémica que aceptación, el Juez Andrés Hernández, condenó al sujeto autor de las palizas, a una pena de 9 meses de prisión, imputándole el delito de violencia doméstica agravada, en régimen de reiteración real y un delito de agravio a la autoridad, debido a los insultos propinados a los efectivos policiales que procedieron a su detención.

Sin embargo, el mismo juez aceptó sustituir el encarcelamiento de este individuo, por un régimen de libertad vigilada mediante el cual se le fija domicilio al tiempo de tener que concurrir una vez por semana a la seccional más cercana.

Su único arresto será domiciliario y entre las 21.00 y las 2.00 de la madrugada durante un período de tres meses, al tiempo de tener prohibido acercarse al niño en un radio de 600 metros.