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Unos 4.000 uruguayos fallecen al año por muerte súbita - Diario El Este

Unos 4.000 uruguayos fallecen al año por muerte súbita

El reciente fallecimiento del exjugador de fútbol, Robert Lima, sumado al del ministro del Interior Jorge Larrañaga, disparó nuevamente las alarmas sobre la muerte súbita que, en Uruguay, se cobra la vida de 10 a 15 personas por día, llegando a unas 4.000 al año.
Un paro cardíaco a veces “no avisa” y “hay muchos casos en los que el paciente debuta con muerte súbita, pero en otros no y hay que estar atentos en busca de los síntomas de alarma”, dijo telenoche la cardióloga especialista en imagenología cardiovascular y tomografía cardíaca, Julia Aramburu.
Estos síntomas son, entre otros, dolor en el pecho, falta de aire, palpitaciones, disnea, disminución de la capacidad física y mareos. “Eso nos da una alarma de que algo está sucediendo y debemos avanzar en el estudio de esos pacientes”, agregó.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en nuestro país. Un tercio de las muertes cardiovasculares ocurren por muerte súbita. Entre 3.000 y 4.000 uruguayos mueren por esta causa anualmente.
A pesar de su nombre -súbita, repentina, inesperada-, la defunción por muerte súbita se puede evitar o al menos disminuir, el problema es que sólo se tienen 10 minutos para reestablecer la circulación cardíaca cuando deja de funcionar el corazón. “Nuestra conclusión es que hay que enseñar a toda la población a hacer masajes cardíacos correctamente. De modo que, cuando alguien tiene un paro cardíaco, tenga una gran posibilidad de tener alguien cerca para poder ayudarlo y salvarlo”, dicen desde la Comisión para la Salud Cardiovascular.
La muerte súbita puede ocurrir en cualquier etapa de la vida, desde lactantes hasta ancianos. Por eso resulta vital que la población aprenda a resucitar a quienes tengan episodios de este tipo.
Desfibriladores accesibles
El decreto reglamentario 330-09, de julio de 2009, establece que “todas las instituciones, empresas públicas o privadas, lugares de estudio o de trabajo están obligadas a que el 50% de su personal esté entrenado en Resucitación Cardíaca Básica, en un plazo de cinco años luego de promulgado esta reglamentación”.
En la misma normativa, se exige que haya un Desfibrilador Externo Automático en “edificios, hoteles, locales de trabajo, compras, turismo, descanso o esparcimiento, estadios, gimnasios deportivos, terminales aéreas, portuarias y terrestres de cualquier índole siempre que la circulación o concentración media diaria alcance o supere las 1.000 personas”. Además, también debe haber en ambulancias no especializadas de traslado de pacientes, servicio de puerta o de emergencia, enfermerías de sanatorios u hospitales, así como todo centro quirúrgico que no cuente con servicio de emergencia o cardiodesfibrilador.
La disponibilidad del Desfibrilador Externo Automático implica “poder acceder a la desfibrilación en un plazo menor a cuatro minutos”.
El 11 de mayo se conmemoró el Día Nacional de la Resucitación Cardíaca
Este año, el lema para la fecha es «También en pandemia, tus manos pueden salvar vidas». Con este se busca resaltar la importancia de continuar realizando maniobras de resucitación cardíaca adaptándonos al contexto de pandemia, lo que implica introducir acciones para minimizar la transmisión del SARS CoV-2 y generar la protección de todas las personas involucradas.
En Uruguay, una de las primeras causas de muerte es la cardiovascular y un alto porcentaje de estas son por muerte súbita del adulto (paro cardíaco de presentación brusca e inesperada). La mayoría de estas suceden fuera de hospitales: en hogares, en lugares de trabajo o espacios públicos. Esta situación puede ser evitable a través de la prevención de los factores de riesgo cardiovasculares, y en caso de producirse, si se inicia rápidamente la cadena de supervivencia, bien planificada e implementada, las chances de supervivencia sin secuelas aumentan drásticamente, de menos de 6% a más de 50%, (incluso 74%, en programas de acceso público a la desfibrilación automática).
Estos datos evidencian lo fundamental que es la comunidad en la cadena de supervivencia, como testigos presenciales, teniendo que iniciar de manera inmediata las primeras medidas: reconocimiento del paro cardíaco, llamar a una ambulancia y pedir DEA (app CERCA), realización de masaje cardíaco y uso del DEA y termina con la asistencia de una emergencia móvil.
La resucitación cardíaca en pandemia
El procedimiento para realizar un masaje cardíaco, sin que implique riesgo epidemiológico ante las condiciones sanitarias que impone la pandemia del COVID-19, es el siguiente:
Cuando se evalúa a una persona que no responde, no realizar la maniobra «miro, escucho y siento»: solo mirar si esta respira normalmente.
Procurar cubrir la boca y la nariz de quien resucita y de la víctima con un tapaboca o prenda de ropa, lo cual reduce la diseminación del virus durante el masaje cardíaco.
Evitar la respiración boca a boca. Se recomienda la resucitación sólo con las manos en caso de muerte súbita del adulto. En el caso de paro respiratorio como suele ser frecuente en niños, tomando en cuenta que la mayoría de los testigos presenciales suelen ser integrantes del hogar o cuidadores (por tanto con exposición previa al SARS-CoV 2 si la víctima está infectada), es probable que estén dispuestos a realizarla.
La utilización del desfibrilador externo automático (DEA) no implicaría ningún riesgo biológico para los rescatadores, y junto con el masaje cardíaco, va a darle a las víctimas de muerte súbita las mejores chances de supervivencia.
Al terminar la intervención, lavarse las manos tan pronto como sea posible o desinfectarlas con alcohol al 70 %; y consultar con el prestador de salud para asesoramiento sobre lavado de su ropa, higiene personal, cuidado de salud y eventuales controles posteriores.
Desde la Comisión Cardiovascular, promovemos descargar y utilizar esta aplicación, que puede ayudar a salvar la vida de muchos uruguayos.
En 2015 la Comisión Cardiovascular creó la aplicación CERCA, para que se pueda reaccionar lo más rápido posible y localizar el desfibrilador externo automático más cercano de forma sencilla. La aplicación también permite a cualquier usuario contribuir a reportar nuevos DEA para actualizar la base de datos en Uruguay.
La aplicación móvil está disponible para los sistemas operativos Android e iOS.