El secretario de la Unión de Vendedores de Carne, dijo que es una cuestión de precios el hecho de que los uruguayos estén consumiendo menos carne vacuna. Agregó que también van cambiando los hábitos de alimentación. En los barrios de alto poder adquisitivo se consume más carne de pollo, por una cuestión que lo definen como “más saludable”. Falero agregó que espera que los frigoríficos absorban la tendencia al alza de los precios internacionales de la carne vacuna y de esa forma los carniceros no tengan que trasladar la suba al precio final al consumidor.
El precio de la carne roja lo marca el precio internacional. Y la carne está cara en todo el mundo. Ese es razonable, dijo Falero ya que “un vacuno precisa tres años para estar pronto y un pollo demora unos 25 días”.
Hoy en día la carne de pollo es un 20% del mercado de carne, y la de cerdo es un 17%.
Falero agregó que “siempre hay vaivenes en el precio de los commodities. Ya vimos que la importación de carne de cerdo fue un acierto, porque ha hecho que la gente consuma más y la producción local ha subido porque la demanda ha subido. Tenemos que ir a un precio más estable en todas las carnes, que sea igual que el resto de la región”.