
Desde Liffa Club el enfoque sobre valores y deporte, lo hacemos desde la experiencia desarrollada en nuestra actividad, que se relaciona con el deporte amateur, principalmente fútbol.
Nosotros abordamos la temática desde un enfoque filosófico totalmente existencialista. Donde cada individuo es totalmente responsable de sus actos.
En un mundo cada vez más globalizado, donde la tendencia nos lleva a perder la individualidad, donde las decisiones se toman en base a promedios, nosotros apostamos al trabajo a escala humana. Escala individual.
Estamos convencidos que los cambios surgen en base a las decisiones que toma cada persona y a como eso repercute en el colectivo. El cambio es de abajo hacia arriba, de menor a mayor, de individuo a colectivo; y no a la inversa.
El efecto contagio que tienen las buenas acciones de un individuo en un grupo, sostenidas en el tiempo, es directamente proporcional al mejoramiento de las relaciones en el grupo. Una sola buena acción en un colectivo, hace al colectivo una acción mejor.
Creemos que los valores se fomentan de a uno. El desierto está formado por arena, en una primera mirada la arena es un único manto, sin embargo la arena es un colectivo de millones de pequeños granos que generan esa unidad.
Pasa lo mismo con la vida en sociedad.
La sociedad es el reflejo de esos miles de individuos y sus características. Por eso insistimos que el cambio y el mejoramiento de nuestra sociedad se logra en base a la evolución de cada individuo y éstos hacen evolucionar al colectivo por efecto rebote.
En LIFFA CLUB tenemos como principal valor el RESPETO AL OTRO/A.
Pensamos que ese valor es el que sostiene y potencia a todos los demás.
Si respeto al otro/a, no empleo violencia hacia él/ella, por lo tanto no seré violento.
Si respeto al otro/a, respetaré su espacio, por lo tanto eso me lleva a compartir.
Si respeto al otro/a, puedo escucharlo/a, por lo tanto tendré la posibilidad de entenderlo/a.
Si respeto al otro/a, genero una buena relación, por lo tanto probablemente el/la otro/a también me respete.
Rousseau decía ¨el hombre es bueno por naturaleza¨.
Compartimos ese pensamiento; la realidad y las circunstancias lo llevan a veces a tomar decisiones que van en contra del interés común y pacifico del colectivo.
El estado natural del ser humano es el de la paz antes que la guerra.
El diálogo antes que la discusión.
El vivir en sociedad antes que el aislamiento.
Somos seres gregarios por naturaleza y eso naturalmente nos lleva a tener que respetar al otro, porque sin eso no podríamos cohabitar en el mismo espacio.
El Deporte en general y el fútbol en nuestro caso ya que es donde hemos desarrollado y experimentado en mayor medida en esta temática, es un espacio ideal para generar y Fortalecer Valores.
Tiene el poder de igualar.
Dentro del campo de juego somos todos iguales. Pueden diferenciarnos nuestras habilidades o talentos, pero cada uno tiene una tarea distinta que hace imprescindible el aporte de todos. No importa el nivel socio-económico- cultural del jugador, en el juego todos valemos lo mismo y nos subordinamos a las mismas reglas.
Tiene el poder de unirnos en busca de un objetivo común.
La búsqueda del logro, hace que lo individual quede en segundo plano. El ¨NOSOTROS¨ antes que el ¨YO¨. En un deporte colectivo, cuando se logra la victoria ganamos todos, cuando no se logra perdemos todos.
Tiene el poder de hacernos respetar una reglamentación que está por encima de un deseo personal.
Partiendo del respeto por las reglas del juego. Algo tan simple como llevar un balón con los pies sin utilizar las manos, demuestra que respetamos las reglas desde lo más básico, sin pensarlo o cuestionarlo. Las reglas del juego quedan en nuestro subconsciente y nuestros actos dentro de un campo de juego son dominados por este conjunto de reglas.
Tiene el poder de subordinarnos al juicio de un tercero.
Esto en sí mismo es un acto de humildad. Sin importar que piense un individuo respecto a una situación de juego en particular, accede a aceptar la decisión de un tercero, el ARBITRO.
Tiene el poder de generar hábitos saludables.
El simple hecho de desarrollar una actividad deportiva nos acerca a un estilo de vida más sano. No nos hace ser 100% saludables, pero nos hace ser más saludables. Una vida llevada en plenitud saludable, está
Compuesta de un collar de cientos de hábitos saludables. El deporte es uno de ellos.
Cuando queremos mejorar nuestra capacidad física para desarrollar la actividad deportiva de una mejor manera, esto lleva indudablemente a generar otros hábitos saludables como mejorar la alimentación, no fumar, evitar excesos, aumentar la periodicidad de los entrenamientos, acceder a técnicas de entrenamiento que repercuten en un mejor conocimiento de nuestro cuerpo.
Por lo tanto el deporte es uno de los principales impulsores de hábitos saludables.
Tiene el poder de generar felicidad o estados de disfrute y euforia.
Está científicamente comprobado que la actividad deportiva hace que nuestro cerebro libere endorfinas, un químico que está asociado al estado de ¨felicidad¨. Por lo tanto el deporte es el mejor aliado para naturalmente combatir el stress o estados de depresión y tristeza.
Tiene el poder de llevarnos a estados de conciencia relacionados con nuestra infancia.
El hecho que adultos disfruten del deporte como un juego, en cierta forma es una regresión a momentos de nuestra niñez cuando disfrutábamos del juego por el juego mismo, un estado de pureza emocional. Sin recompensas, ni vencedores ni vencidos. Patear al arco solo por patear. Pasarle la pelota al compañero solo por pasarla.
En LIFFA estamos comprometidos con generar y fortalecer más espacios y proyectos que impulsen el deporte en todas sus formas y niveles; desde lo privado y lo público.
Una sociedad dónde la práctica de deportes ocupe un lugar protagónico, siempre estará en el buen camino a transformarse en una sociedad saludable en todos los aspectos.
Por Marcelo Villar