A comienzos de esta semana, altos funcionarios de EUA viajaron a Caracas con la intención de acercarse a Venezuela en un intento de alejar de Rusia a los países aliados al gobierno de Vladimir Putin. Lo que se dio a conocer luego, fue que parte del acercamiento también era promovido por el interés de negociar con Maduro por el petróleo de Venezuela debido a que, por las sanciones impuestas a Rusia, el precio del gas y del petróleo está sufriendo aumentos record en Norteamérica y Europa.
El pasado martes, el presidente de EUA, Joe Biden, prohibió las importaciones a su país desde Rusia, de petróleo y derivados de este.
A pesar de opositores venezolanos y un influyente senador demócrata estadounidense mostraron pidieron que no avance el diálogo, el presidente Nicolás Maduro declaró que van a “avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz” siempre y cuando sea “desde la diplomacia, el respeto y la máxima esperanza de un mundo mejor”.
Muestra de ello es la liberación de dos presos estadounidense que se encontraban recluidos en Venezuela; Gustavo Cárdenas y Jorge Alberto Fernández. Aunque todavía no hay confirmación si se trata de excarcelaciones bajo medidas judiciales o quedan libres de cargo.
Gustavo Cárdenas
Fue vicepresidente de Relaciones Estratégicas de la filial de la estatal PDVSA en Estados Unidos y fue puesto en libertad. Los otro cinco que fueron presos por el mismo motivo que Cárdenas, continúan presos.
Fueron arrestados en Venezuela en 2017 y desde ese entonces, Washington ha estado pidiendo en numerosas ocasiones su liberación.
Jorge Alberto Fernández
Cubano-estadounidense, fue arrestado a principios de 2021 en el estado Táchira (fronterizo con Colombia) y acusado de «terrorismo».
La ONG Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia se refirió en Twitter a la excarcelación de Fernández. «Fue injustamente detenido (…) y acusado de terrorista, simplemente por llevar consigo un dron», de acuerdo con ese grupo. Fernández alegaba que estaba haciendo turismo en Venezuela y que fue interceptado por militares en una alcabala.
Recordemos que la relación entre ambos países, llegó a su final cuando en el 2019, el gobierno de Donal Trump acusó a Nicolás Maduro de haber hecho fraude en las elecciones presidenciales y EUA junto a 50 países mas de todo el mundo, reconocieron al opositor Juna Guaidó como presidente interino del país caribeño e impuso una serie de sanciones, incluido un embargo petrolero.
Desde entonces, el Departamento de Justicia estadounidense ha acusado a Maduro de narcotráfico y ha ofrecido incluso una recompensa de U$S15 millones por información que lleve a su captura.